Obesidad: comer en exceso al final no es su causa principal
Científicos revelan que comer en exceso no es la causa principal de la obesidad. Revelan que importa más de dónde provienen las calorías y señalan a un tipo de alimentos como el culpable de la epidemia de obesidad
Los científicos han encontrado que comer en exceso no sería la causa principal de la obesidad. De acuerdo a un modelo alternativo serían otros factores aún más relevantes que estarían provocando un aumento de peso.
Durante mucho tiempo se nos ha dicho que la razón principal de subir o bajar de peso se debe a las calorías que consumimos. Consumir más de lo que el cuerpo quema, el peso aumenta. Consumir menos de lo que se quema, se pierde peso. Sin embargo, el estudio en coautoría de investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard sostiene que este marco es incorrecto.
El tipo de calorías que comes parece ser aún más importante.
Carbohidratos procesados y de rápida digestión
Los autores de “El modelo carbohidrato-insulina: una perspectiva fisiológica sobre la pandemia de obesidad”, publicado en The American Journal of Clinical Nutrition señalan que gran parte de la culpa de la actual epidemia de obesidad se debe al consumo excesivo de alimentos con una alta carga glucémica: en particular, carbohidratos procesados y de rápida digestión.
En el modelo carbohidrato-insulina (CIM) se señala que: “Los carbohidratos de rápida digestión, que actúan a través de la insulina y otras hormonas, provocan un aumento de la deposición de grasas”.
Cuando comemos carbohidratos altamente procesados, el cuerpo aumenta la secreción de insulina y suprime la secreción de glucagón. Esto indica a las células grasas que almacenen más calorías, dejando menos calorías disponibles para alimentar los músculos y otros tejidos metabólicamente activos.
Además de provocar una mayor acumulación de grasa, estos alimentos (carbohidratos altamente procesados) te hacen sentir hambriento. El cerebro percibe que el cuerpo no recibe suficiente energía y el metabolismo puede ralentizarse en el intento del cuerpo por conservar combustible.
En otras palabras, los carbohidratos de rápida digestión provocan respuestas hormonales que cambian nuestro metabolismo, impulsando el almacenamiento de grasa, el aumento de peso y la obesidad.
Qué carbohidratos sí y qué carbohidratos limitar
Los expertos recomiendan sustituir los carbohidratos con una carga glucémica alta (elevan rápidamente la glucosa en sangre) como los cereales refinados, pan blanco, pasta blanca, arroz blanco, productos derivados de la patata y los alimentos azucarados por alimentos ricos en grasas como frutos secos, semillas, aguacates y aceite de oliva, que no contienen impacto en el azúcar en sangre.
Harvard señala que las fuentes más saludables de carbohidratos son los cereales integrales, verduras, frutas y frijoles sin procesar o mínimamente procesados que promueven la buena salud al proporcionar vitaminas, minerales, fibra y una gran cantidad de fitonutrientes importantes.
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