¿Por qué fracasó el intento para destituir al gobernador de California?
Se esperaba que ganara, pero no con tan amplio margen
El gobernador de California, Gavin Newsom derrotó el intento para destituirlo del cargo, un año antes de buscar la reelección por otros 4 años. El 64% de los votantes se opusieron a la destitución, con 36% a favor.
Pero qué fue lo que lo ayudó a mantenerse en el poder y no perder el trabajo.
En su discurso, la noche de la elección, Newsom declaró desde las oficinas del Partido Demócrata en Sacramento, que los electores dijeron sí a la ciencia, si a las vacunas, sí al final de la pandemia, sí al derecho de la gente a votar sin miedo a la supresión del voto y al fraude.
“Dije esto muchas, muchas veces en la campaña electoral: es posible que hayamos derrotado a Trump, pero el Trumpismo no está muerto en este país”.
El profesor en ciencias políticas de los colegios comunitarios, Chamba Sánchez, dijo que a Larry Elder, el candidato republicano que buscaba reemplazarlo, le faltó experiencia política y los recursos para hacer una campaña estatal, pero además lanzó comentarios que dieron munición a los demócratas para pintar una imagen de él como Trump 2.0.
“Larry Elder dejó muy claro que no estaba listo para el horario de máxima audiencia”.
El analista político consideró que por supuesto la cantidad obscena de dinero que los demócratas recaudaron, les dieron los recursos para esparcir una narrativa de miedo en relación a que Elder era un individuo de extrema derecha que traería el caos a California.
“Aún cuando ellos saben que los gobernadores no pueden hacer mucho porque los demócratas controlan la legislatura estatal”.
Asimismo, dijo que los demócratas sabían muy bien que la mayoría de sus seguidores no son suficientemente sofisticados para ver más allá de los slogans de campaña.
“Estemos o no de acuerdo con Elder. Él estaba haciendo un excelente trabajo al exponer todos los problemas profundos que los demócratas constantemente han pasado por alto”.
El profesor Sánchez hizo ver que los demócratas estuvieron más unidos en esta elección que en 2003 al no permitir que ningún demócrata conocido, pusiera su nombre en la boleta para la segunda pregunta.
“Los demócratas tienen una maquinaria política bien engrasada. Me sorprendió ver cómo todas las organizaciones sin fines de lucro que incluyen a los trabajadores sindicalizados aquí en Los Ángeles, dejaron todo su trabajo y se concentraron únicamente en la campaña de destitución”.
El profesor Sánchez enfatizó que la campaña de destitución debe obligar a los demócratas a hacer un examen de conciencia.
“Con base en el discurso pronunciado por el gobernador, no parece que los demócratas hayan escuchado alto y claro los mensajes de quienes llaman a diario a la disfuncional oficina de desempleo y no se atienden sus llamadas; ni a los que tienen que decidir entre un galón de leche y un galón de gasolina; o los que necesitan vivienda pero no pueden encontrar una que puedan pagar; y los que tienen hijos en la escuela que se están retrasando porque perdieron un año de aprendizaje el año pasado”.
Resumió diciendo que Newsom tiene ambiciones políticas nacionales. “Quiere postularse para presidente. Esta elección de destitución no descarriló esa aspiración, pero ha disminuido esa posibilidad”.
Newsom obtuvo el 63.9% de los votos, Elder el 46.9%, Kevin Faulconer, el 8.6%, y el demócrata Kevin Paffrath, el 9.8%.
El conservador comentarista de radio, Larry Elder, el principal contendiente republicano contra Newsom, aceptó su derrota en una reunión de campaña en Los Ángeles.
“Seamos amables en la derrota”, dijo, y agregó que ‘es posible que hayamos perdido la batalla, pero vamos a ganar la guerra”, lo que deja entrever que va a buscar de nuevo la candidatura en 2022.
Aunque los votantes rechazaron la destitución de manera rotunda, Elder fue el candidato al que más apoyaron en la segunda pregunta con el 50% de los votos. Faulconer con un 10% obtuvo el segundo lugar.
Una de las razones por las que Newsom todavía tiene trabajo, es que ningún otro candidato demócrata entró a la contienda.
Cuando en 2003, el vicegobernador demócrata Cruz Bustamante entró a la contienda de destitución contra Gray Davis, éste no pudo decir que era un esfuerzo partidista para sacarlo.
En cambio a Newsom, no tener contrincantes demócratas, le permitió hacer campaña remarcando que la destitución era un esfuerzo republicano.
Ben Kaplan, presidente de la agencia TOP government con sede en San Francisco, citó entre las razones para la derrota de la revocación, los altos niveles de aceptación del gobernador Newsom de 55% contra el 26% del destituido gobernador Gray Davis en 2003. “La táctica valiente de Newsom de prevenir que otros demócratas compitieran, resultó ser la correcta”.
Por otra parte, mencionó que Larry Elder no es Arnold Schwarzenegger quien tenía el 50% de las preferencias cuando ganó en 2003 mientras que Larry Elder solo tuvo el 34%. “No fue el mejor candidato para los republicanos y si un blanco fácil para los demócratas”.
Si bien, sostuvo que la ostentosa cena en el restaurante French Laundry dio un gran impulso a los simpatizantes de la destitución, los votantes para quienes la pandemia fue su principal preocupación, lo apoyaron al final.
Kaplan señaló que los republicanos necesitan un candidato bipartidista para ganar el 2022 y más. “Los candidatos republicanos nunca han cruzado sus límites para atraer demócratas y en un estado con una ventaja de 2 a 1 en el registro de votantes demócratas, un candidato de extrema derecha enfrenta una tarea virtualmente imposible”.
La elección le costó a los contribuyentes de California más de $270 millones. Esa ha sido una de las razones que han llevado a proponer una reforma del sistema de destitución de California, porque si Newsom hubiera perdido, cualquiera que hubiera quedado en primer lugar de la lista de candidatos, se hubiera convertido en gobernador.
Luis Alvarado, consultor político, dijo que el triunfo de Newsom era esperado, pero lo que no se esperaba era que iba a ganar con un margen tan alto. “Para derrotar la revocación, invirtieron alrededor de $70 millones de dólares; sacaron toda la artillería pesada y vinieron a rescatarlo desde Washington con dos presidentes y senadores; y tocaron las puertas varias veces a su base demócrata para sacarla a votar”.
Alvarado dijo que por primera vez después de muchos meses, el gobernador Newsom durmió tranquilo al lograr que no lo echaran del cargo. “Larry Elder se las puso fácil porque se convirtió en un mini Trump. Tal vez no quería ganar sino aumentar su popularidad como celebridad”.
Después de la elección, señaló que espera que los demócratas y el propio gobernador hayan aprendido la lección. “El alto costo de vivir en California continúa, así como el desamparo y la crisis de vivienda”.