3 claves sobre proceso en el Congreso para otorgar la ‘green card’ a inmigrantes indocumentados
Activistas aumentan presión a demócratas para que aprueben reformas que abran camino a la ciudadanía para indocumentados, pero el escenario es complicado, debido al proceso de Reconciliación y la opinión de la parlamentaria Elizabeth MacDonough
Defensores de los derechos de los inmigrantes elevaron la presión sobre los demócratas en el Senado para que incluyan en el plan de gasto del presidente Joe Biden medidas migratorias, a fin de beneficiar a millones de indocumentados con una residencia permanente.
El urgente llamado se da justo cuando los demócratas del Senado ultiman los detalles para aprobar el plan de gasto social, de $1.75 billones de dólares, en el que se busca incluir protecciones para la comunidad indocumentada.
El pedido se centra en que el plan incluya un lenguaje similar al de la Cámara de Representantes, que contempla actualizar la “Ley de Registro”, lo que permitiría acceder a la residencia permanente a los inmigrantes que tienen “un buen carácter moral” y llegaron antes de 2010.
Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA), defendió en una conferencia de prensa este martes esta vía “como la mejor opción en este momento” porque ayudaría a inmigrantes de varios grupos, como los beneficiarios de los programas DACA y TPS, los trabajadores del campo y los esenciales, y además favorecerá a inmigrantes que llevan décadas esperando una legalización.
1. El “muro” de la parlamentaria
Pero el panorama no se ve tan halagüeño porque los demócratas en el Senado ya intentaron esta opción, que fue rechazada por la parlamentaria Elizabeth MacDonough, encargada de interpretar el reglamento para que el plan pueda ser aprobado por medio de la reconciliación, que permite una mayoría simple y sin contar con los republicanos.
De hecho, los demócratas ya han enfrentado dos fracasos, el primero de los cuales pretendía dar un camino a la ciudadanía a cerca de ocho millones de inmigrantes.
Un “Plan C” está siendo considerado por los negociadores demócratas en el Senado. El viernes pasado la Oficina de Presupuesto del Congreso entregó una estimación sobre este nuevo camino, que no daría un camino a la residencia sino un “parole”.
Esta nueva propuesta contempla una autorización de trabajo y protecciones para los indocumentados contra la deportación, algo que está muy por debajo de las expectativas de una gran cantidad de grupos de defensa de los inmigrantes que buscan asegurar un camino a la ciudadanía.
2. Camino a la ciudadanía
El nuevo plan del Senado no convence a legisladores progresistas como el representante Jesús “Chuy” García, quien hoy señaló que “se necesitan soluciones permanentes” para ayudar a la comunidad indocumentada.
En este sentido el representante Lou Correa, demócrata por California, hizo referencia a la inestabilidad que han sufrido inmigrantes que ya tienen protecciones, como los amparados por la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que han sufrido varios reveses en los últimos años “y siguen estando en peligro”.
“Tenemos el control de la Cámara (de Representantes), del Senado y de la Presidencia, y estamos en las mismas. Tenemos la obligación de aprobar una reforma”, sostuvo Correa sobre el camino que deben tomar los demócratas para aprobar una legalización.
Al referirse al “Plan C”, Patrice Lawrence, directora ejecutiva de UndocuBlack Network, advirtió que “los legisladores no deberían decir que desarrollarán planes más completos en una fecha posterior porque se sabe que nunca tendrán un momento como el actual”.
3. El reto a la vicepresidenta
Los activistas han instado a los senadores demócratas, y a la vicepresidenta Kamala Harris, a ignorar la opinión de MacDonough y seguir adelante con la actualización de la “Ley de Registro”.
“El único paso hacia la justicia y la libertad es la residencia permanente a través de una actualización de la Ley de Registro”, insistió Lawrence.
El congresista Correa está de acuerdo en que el Partido Demócrata debería tomar este paso, argumentando que MacDonough solo es una consejera.
Pero el panorama político parece no ser favorable a este pedido. Muzaffar Chishti, director de la oficina de Migration Policy Institute en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, dijo en entrevista con Efe que es muy difícil que el Gobierno de Biden decida ignorar la opinión de MacDonough porque establecería un precedente que puede traer un costo político.
“Esto (ignorar a la parlamentaria) podría traer consecuencias en el futuro”, observó Chishti.
La opinión de MacDonough no es la única piedra en el camino que los indocumentados tienen para obtener su residencia. Existen obstáculos dentro del mismo Partido Demócrata que podrían dar al traste con los beneficios migratorios.
Bob Worsley, exlegislador estatal de Arizona y miembro de la American Business Immigration Coalition (ABIC), advirtió hoy en la conferencia de prensa que el senador demócrata Joe Manchin ha expresado su rechazo a incluir a millones de indocumentados en un alivio migratorio, y es necesario contar con su apoyo.
“Sería un error no apoyar una reforma migratoria”, consideró Worsley, de filiación republicana.