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“Hombre más gordo del mundo” dijo que querían incinerarlo en un rastro al morir

Paul Mason, quien llegó a pesar 1,000 libras, recibió un formulario del hospital donde residió 3 años, en donde le propusieron incinerarlo en un rastro ya que no cabía en el crematorio de la institución

"Hombre más gordo del mundo" dijo que querían incinerarlo en un rastro al morir

El hospital que trató a Paul Mason le propuso en un formulario el cremarlo en un rastro. Crédito: Darren McCollester | Getty Images

El hombre que en alguna ocasión fue reconocido como el “más gordo del mundo”, quien alguna vez inclinó la balanza a casi 1,000 libras (456 kilos), afirmó que su sala de hospital del Reino Unido había planeado incinerarlo en un rastro si moría debido a su enorme tamaño.

Paul Mason, de 61 años, detalló al diario británico Daily Mail, la idea presentada por la institución médica donde permaneció durante tres años en el documental de ITV “El hombre más gordo del mundo: 10 años después”.

Paul Mason y su novia Rebecca Mountain en 2013 / Steve Meddle / Shutterstock
Paul Mason y su novia Rebecca Mountain en 2013. / Steve Meddle / Shutterstock

“Pensé que era repugnante. No podía creer que estuvieran haciendo eso “, reveló el nativo de Ipswich, Inglaterra.

Si moría en el hospital, no podrían tratar con alguien de mi tamaño, así que me presentaron un formulario donde proponían que, si moría en el hospital, tendrían que llevarme a un rastro donde van y mueren los animales grandes. Y me incinerarían en la cremación de animales“.

Mason sufrió una sobredosis hace seis meses, después de estar deprimido por haber aumentado de peso durante la pandemia y tuvo que ser rescatado por paramédicos que lo sacaron de su casa en una camilla, porque el ascensor no funcionaba.

Antes de eso, Paul se había estado consolando con papas fritas después de que varias cirugías programadas (dos reemplazos de rodilla, una nueva cadera y varias operaciones de hernia por un total de más de $130,000 dólares) fueran pospuestas por el encierro.

“Uso (patatas fritas) para mantenerme alejado porque tengo un dolor terrible debido a la artritis, y tengo un médico que no me dará ningún alivio adecuado para el dolor”, dijo Mason, quien actualmente reside en Plymouth.

Ha sido un largo camino para Mason, quien, en su punto más bajo, comía 40 barras de chocolate al día, lo que le había provocado caries.

Durante una emergencia médica en 2002, los socorristas tuvieron que demoler parte de la casa para poder sacar a Mason con un montacargas y transportarlo al hospital en una ambulancia de cinco toneladas construida especialmente para los obesos mórbidos.

La situación se había vuelto tan grave, que en 2010, Mason tuvo que someterse a una cirugía de bypass gástrico, que encogió su estómago al tamaño de un huevo.

A partir de ahí, las cosas empezaron a mejorar. Mason fue contactado en 2013 por Rebecca Mountain, una mujer estadounidense que lo había visto en la televisión, y posteriormente se mudó a Massachusetts para estar con su nueva amante.

La pérdida de peso de Mason estaba haciendo maravillas en su vida sexual.

“El lado físico de nuestra relación es fabuloso”, dijo Rebecca en 2013. “Tenemos una química física tan fuerte como nuestra química emocional”.

La pareja se comprometió tiempo después y en mayo de 2015, Mason se sometió a una serie de operaciones en Nueva York que lo redujeron a solo 266 libras (120.6 kilogramos).

Desafortunadamente, poco después, Mason sufrió un colapso mental y volvió a sus viejos hábitos.

Con el tiempo, la recaída del inglés empeoró tanto que la pareja decidió cancelar el compromiso en septiembre de 2015 y después de la separación, subió hasta 420 libras.

Mason incluso recurrió a robar supermercados, lo que le impuso una multa de 50 dólares durante una comparecencia ante un tribunal de Estados Unidos en 2018.

Decidido a detener el efecto, Mason regresó al Reino Unido en 2019 para “volver a encarrilar su vida” y aprovechar el sistema de atención médica gratuita del país.

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