Escándalo en la NBA: gerentes de equipos acusados de acoso, intimidación laboral y racismo
Medios deportivos especializados han dado a conocer informaciones sobre las malas actitudes de los gerentes de los Portland Trail Blazers y Phoenix Suns que han creado un ambiente laboral tóxico
Robert Sarver, propietario de los Phoenix Suns. Crédito: Ethan Miller | Getty Images
Los cimientos de la NBA se tambalean por las recientes denuncias contra los dueños de los equipos Portland Trail Blazers y Phoenix Suns.
El presidente de operaciones del equipo Portland Trail Blazers de la NBA, Neil Olshey, se encuentra bajo una investigación independiente encargada por la propia franquicia por denuncias de acoso e intimidación laboral.
La noticia de la investigación sobre Olshey fue reportada por The Athletic y confirmada luego por ESPN a través de fuentes internas dentro del equipo.
Las informaciones indican que las acciones del ejecutivo han convertido el entorno laboral de los Trail Blazers en uno de trabajo hostil con casos de acoso e intimidación.
A través de un comunicado, la franquicia de Portland confirmó la investigación independiente, aunque no detalló qué miembros del equipo fueron acusados ni en qué situaciones en concreto.
“Fuimos notificados recientemente de preocupaciones sobre el entorno laboral por parte de personal. En respuesta, inmediatamente contactamos a O’Melveny & Myers. una firma externa con experiencia significativa en esta área, para llevar a cabo una revisión completa, justa e independiente de estas preocupaciones y tomará las medidas adecuadas en función de sus resultados”, explicaron en la misiva.
No es la primera vez que el nombre de Olshey ocupa las portadas de la prensa deportiva. A principio de temporada fue mediático debido a su postura de defensor del entrenador Chauncey Billups, contratado durante la temporada baja en medio de preocupaciones sobre su participación en una acusación de violación en 1997.
Presunto racismo en lo interno de los Suns
Otro que está bajo la lupa, aunque aún sin una investigación formal en su contra, es el propietario de los Phoenix Suns Robert Sarver.
Ha sido también ESPN quien reveló que el comportamiento de Sarver los últimos años ha sido el de un “racista y misógino”, lo que ha causado malestar y múltiples renuncias en la gerencia del equipo.
En una publicación, la cadena deportiva reveló varios episodios de la actitud y personalidad hostil del gerente de Phoenix.
Uno de ellos ocurrió el 30 de octubre de 2016 en el Talking Stick Resort Arena. El entrenador Earl Watson fue increpado por Sarver tras la derrota ante Golden State Warriors.
Presuntamente utilizó la palabra “negro” para referirse al ala-pivot Draymond Green y cómo jugó en aquel choque, por lo que le reclamó a Watson la falta de marca.
La cadena deportiva entrevistó a más de 70 exempleados quienes describieron el lugar de trabajo como “tóxico y hostil” y señalan que Sarver ha usado un “lenguaje racialmente insensible” en varias oportunidades en la oficina.
Algunos empleados relataron como en una oportunidad Sarver les envió una foto de su esposa en bikini y junto con ella como ésta le practicó sexo oral.
“El nivel de misoginia y racismo está más allá de los límites (…) es vergonzoso como propietario”, dijo un copropietario de los Suns de identidad protegida.
La respuesta del gerente ha venido a través de sus abogados: “Nunca he llamado a nadie ni a ningún grupo de personas con la palabra N, ni me he referido a nadie ni a ningún grupo de personas con la palabra N, ya sea verbalmente o por escrito. No uso esa palabra. Es aborrecible, feo, denigrante y en contra de todo en lo que creo”.
NBA y Sindicato de Jugadores desmienten tener conocimiento del comportamiento de Sarver
Por su parte, la organización de la NBA y el Sindicato de Jugadores negaron el pasado jueves haber conocido del presunto comportamiento racista y misógino del dueño de los Phoenix Suns, Robert Sarver, desde que se hizo cargo del equipo en el 2004.
Asimismo, Jason Rowley, presidente y director ejecutivo de los Suns, defendió a Sarver: “Esta historia es completamente escandalosa y falsa. No representa, en absoluto, al Robert Sarver con el que he trabajado durante 15 años. No es un racista y no es sexista”.
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