La Oreja de Van Gogh cierra el año con broche de oro

Los miembros de La Oreja de Van Gogh acaban de terminar una extensa gira por España, y aunque no pueden estar más felices con su regreso a los escenarios luego de una forzada pausa de más de año y medio debido a la pandemia, eso de que el público tenga tantas restricciones en ese país cuando asiste a un concierto sigue desconcertando a los integrantes de este grupo de música pop.

“Ha sido muy difícil”, reconoció Pablo Benegas, guitarrista y compositor de la banda originaria de San Sebastián, España. “Tocar con público tan limitado, en sus movimientos, en capacidad de expresar sus emociones y con mascarilla puesta […] Para nosotros la respuesta del público y lo que ocurre en un concierto, 70 por ciento lo pone la gente”

Esa felicidad incompleta quedó atrás porque La Oreja por fin pudo viajar a Estados Unidos donde reanudó su gira ‘Un susurro en la tormenta’, que inició la semana pasada en Florida, abarcará más de veinte ciudades y pasará por el sur de California a principios de diciembre.

Pero aunque la vida pública de la banda quedó en pausa por todos estos meses, lo que no paró fue su música, explicó Leire Martínez, vocalista del combo. Esto porque aunque estaba prevista la promoción del nuevo disco de La Oreja, “Un susurro en la tormenta”, para el primer trimestre del año pasado –justo cuando se declaró la pandemia–, los miembros del grupo decidieron continuar con el lanzamiento tal y como estaba planeado.

“Como vimos que la gente estaba encerrada en casa, pues se decidió que el disco saliera”, dijo la artista. “Para que la gente lo pudiera tener, aunque cada uno [de nosotros trabajó en la promoción] por separado”.

Y aunque en los meses más duros de la pandemia La Oreja participó en festivales virtuales y dio uno que otro concierto en el que sus miembros trabajaron cada uno desde su casa, “a veces la tecnología no llegaba a tanto”, dijo Leire, por lo que los resultados de esos eventos fueron mixtos.

Lo que quedó claro para Leire es que la casi superada crisis de salud no fue del todo negativa para ella. Para comenzar, no perdió ningún ser querido cercano, pero sobre todo, aprovechó todos esos meses para pasar tiempo con su hijo de 6 años.

Para Pablo, sin embargo, todavía es difícil hacer un balance de lo que dejó la pandemia en su vida.

“Es difícil, falta un poco de perspectiva para valorar en qué nos ha cambiado la pandemia”, dijo.

Lo que sí sabe es que después de un año con tanta incertidumbre “y que ahora podamos terminarlo con este colofón, con esta gira en Estados Unidos, pues es un broche de oro que no nos podíamos imaginar”.