Memo, el antihéroe: Guillermo Ochoa no le habla a Oswaldo Sánchez desde 2010, cuando cometió un error con El Tri
Oswaldo Sánchez, exarquero de la selección mexicana, señaló que Guillermo Ochoa le dejó de hablar tras un malentendido que ocurrió en 2010. "Memo" también es villano fuera del campo
México perdió ante Canadá, comprometió sus posibilidades de clasificación a Qatar 2022 y las miradas apuntaron a un errático Guillermo Ochoa, quien se ha erigido como un villano en El Tri… y no solo dentro del campo. Oswaldo Sánchez, excompañero de “Memo” en la selección, señaló que el guardameta del América no le habla desde 2010 por culpa de un malentendido ocurrido en un amistoso entre la selección mexicana y Corea del Norte, disputado el 17 de marzo de 2010 como preparación para la Copa Mundial Sudáfrica 2010.
¿Qué sucedió? Una pifia de Memo. Al 57′, México ganaba 1-0, y Corea empató tras un remate potente pero lejano que para sorpresa de todos los presentes en el Estadio Corona no pudo atajar Ochoa, quien simplemente se ubicó mal y vio cómo entraba el balón al arco.
Oswaldo Sánchez estaba presente en el palco, acompañado de otros compañeros e incluso boxeadores, según relató el hoy comentarista. Y justo cuando ocurrió el error de Ochoa, la cámara lo enfocó a él, que en ese preciso instante realizó un amague de “lanzarse al campo” tras la falla.
“Estábamos con la fiesta total en Torreón porque nunca había ido la Selección a jugar y me dicen: ¿A poco no te dan ganas de meterte? ¿Se equivoca o no? Le digo, ‘le tiran de afuera yo creo que se le movió’. Estoy debatiendo, nos separaba una parte de cristal, y me dice, ‘¿a poco no te dan ganas de meterte?’ y digo sí y se me ocurre hacer así con el saco (para entrar), pero yo ‘mamando’ y ahí me toma la cámara y dicen ‘Oswaldo se burla de Memo“, confesó para TUDN.
Sánchez decidió aclarar la situación, pues mucha gente le ha preguntado al respecto. Aseguró que nunca quiso burlarse de Memo, y que nunca lo haría, ni con él ni con ningún arquero, por el solo hecho de que él también estuvo en esa posición.
Por último, contó que a través de un amigo en común intentó acercarse a Ochoa para aclarar el asunto, pero que al parecer Memo “no le creyó“. Así terminó una amistad entre dos de los mejores arqueros en la historia de México.