Latino construye villa de casas de jengibre en Long Beach

Lo novedoso de sus creaciones ayudan a que los negocios puedan atraer a más clientes

Isaac Salgado lleva con esta tradición por varios años. / fotos: cortesía.

Isaac Salgado lleva con esta tradición por varios años. / fotos: cortesía.  Crédito: Cortesía

Mientras que a finales de septiembre, algunos se enfocan en que ya llega Halloween, para aquella época Isaac Salgado ya está pensando en que ya llega otra fiesta: la Navidad.

Y no es para menos ya que el latino de raíces puertorriqueñas es el encargado de construir todo un pueblito de casas de jengibre y otros ingredientes dulces en Long Beach.

Salgado, de 41 años, ha creado casas de jengibre por los últimos 10 años. Una vez terminadas, estos diseños se quedan a embellecer los estantes y ventanas de diversos negocios y restaurantes de la ciudad.

El artista, cuyas obras atraen la mirada de decenas de personas, tiene experiencia en la cocina ya que trabajó como chef por 15 años. Eventualmente renunció para convertirse en dueño de su propio negocio.

“Trabajaba en clubes de campo y hoteles. Eran largas horas y muchos días… pero necesitaba más tiempo para mi familia”, contó Salgado quien es padre de dos niñas, de 6 y 8 años.

Fue así que abrió una compañía de instalación y limpieza de alfombras y pisos. Sin embargo, confiesa que en el fondo extrañaba un poco el estar involucrado con la comida.

Así que hace 10 años, cuando un amigo le pidió que construyera unas casitas de jengibre para una decoración navideña en el vecindario, Salgado lo hizo inmediatamente y sin titubear.

Desde entonces comenzó la agradable tradición de crear el Ginger Village (Pueblo de Jengibre), el cual crece año tras año.

Le toma cerca de dos meses crear sus proyectos y cada año escoge un negocio diferente de Long Beach para dejar las casitas. Cuenta además con la colaboración de un amigo que, de forma voluntaria, le ayuda a crear la base de madera para sus maquetas -que cada año son más elaboradas.

Una vez que ha terminado el pueblito de galletas de jengibre y dulce en su casa lo transporta hacia el negocio elegido con la ayuda de más voluntarios, quienes ayudan a instalar el proyecto final el cual toma alrededor de dos días.

Salgado dijo que disfruta mucho el hacer estas casitas de jengibre y puede pasar horas creándolas ya que es su momento de relajación.

Dijo que usualmente trabaja en sus proyectos por la tarde/noche. Por lo regular comienza alrededor de las 7:00 u 8:00 p.m. y que a veces termina a la 1:00 a.m.

Ahora que sus hijas ya han crecido un poco más también se involucran en el proyecto añadiendo el azúcar glaseado o los dulces para la decoración de las casitas.

Salgado dijo que Navidad es una de sus fechas más esperadas del año ya que estas demuestran unión familiar, reuniones y celebraciones.

Isaac Salgado es el creador del Ginger Village. (Suminsitrada) Crédito: Isaac Salgado | Cortesía

Long Beach lo inspira

Salgado dijo que poco antes de comenzar su proyecto de jengibre le gusta manejar alrededor de la ciudad de Long Beach para tomar ideas. Puede escoger la fachada de una casa o el techo de otra para inspirarse en su maqueta.

Una vez que tiene el plan comienza a crear la masa y a hacer las galletas que son las bases de las casitas.

“Yo cocino todo desde cero”, dijo el artista.

Añadió que los gastos corren por su cuenta y otra parte es donada por patrocinadores dueños de negocios locales.

Algunos inclusive agregan los nombres de sus negocios en las casitas.

Además, los ingredientes que sobran se los entrega a una organización no lucrativa que trabaja con niños.

Este año Salgado realizó dos maquetas con un total de 30 casitas.

El Ginger Village está en Modica’s Deli en Long Beach. (Suministrada) Crédito: Isaac Salgado | Cortesía

Superando la pandemia

Salgado, al igual que miles de negocios, se vio afectado con la pandemia del covid-19 pero agradece que la misma comunidad de Long Beach y ciudades vecinas lo apoyaron para que pudiera enfrentar los peores momentos.
Con la creación de las casitas de jengibre él contribuye a que otros negocios también tengan más visitantes que pudieran convertirse en clientes.

Esto ocurre no solo en los negocios que tienen la maqueta en su instalación pero también los patrocinadores ya que los interesados pueden contactarlos después de ver su nombre en el Ginger Village.

Explicó que poner la maqueta en el negocio es completamente gratis y la gente tiene la opción de dejar donaciones si así lo desea pero es más que nada para darle visibilidad a los negocios elegidos.

“Ayuda a las empresas que están pasando apuros, especialmente durante este tiempo”, dijo Salcedo.

Salgado dijo que está tan orgulloso de su trabajo que va a visitar las localidades casi todos los días para ver a otras personas admirar y asombrarse con el proyecto finalizado.

“Los niños lo miran y los adultos también lo disfrutan y ellos son los que quieren tocarlo y me preguntan si se puede comer”, dijo Salgado asegurando que pese a que todo es comestible, debido al tiempo que está a la intemperie y con la cantidad de personas que intentan tocarlo él no recomienda que se lo coman.

Salgado dijo que en varias ocasiones ha sido invitado para participar en competencias de “baking” (hornear galletas) pero él disfruta el trabajo para su comunidad que por el momento no siente el interés de participar.

“Mi trabajo hace que la gente de la zona salga de sus hogares y disfrute algo diferente en la navidad”, dijo emocionado.

¿Dónde encontrarlas

Los Ginger Village están localizados en dos lugares: la más grande está en Modica’s Deli en el 455 E. Ocean Blvd en Long Beach y una más pequeña en la casa histórica The Bembridge House en el 953 N Park Cir en Long Beach.

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