Cómo recuperar una licencia revocada en Estados Unidos

Una licencia revocada no es lo mismo que una licencia suspendida en Estados Unidos. A pesar de que ambas medidas implican la retención de una licencia por parte de las autoridades, la revocación está relacionada con delitos más graves. En ese sentido, representa una de las medidas más severas asociadas a ciertos delitos como conducir bajo efectos de drogas o alcohol (DUI o DWI), cometer un delito grave frente al volante o conducir sin algún documento necesario, como una prueba de responsabilidad financiera asociada al seguro de auto.

Además de estar asociada a delitos más graves, la revocación de una licencia no permite que el infractor la recupere. En otras palabras, el conductor deberá hacer todo lo posible para que las autoridades le permitan hacer el proceso de solicitud nuevamente. Este proceso de solicitud se conoce como “reinstalación de licencia” y, debido a que las leyes de tránsito en Estados Unidos son muy específicas, puede variar considerablemente de estado en estado e implicar la consignación de requisitos diferentes.

Las revocación de una licencia, además de otros requisitos, exige la participación en un programa de mejoramiento (también conocido como programa de educación al conductor o curso de conducción defensiva). Algunos estados, además, exigen el pago de tarifas de reintegro y obligan a presentar una solicitud para confirmar la elegibilidad para la restitución de los privilegios.

Algunos estados poseen un programa de licencias de conducir restringidas o por dificultad que les permiten a los conductores que han recibido una suspensión ejercer sus privilegios bajo ciertas condiciones impuestas por las autoridades. Sin embargo, este tipo de programas es propio de las licencias suspendidas y para poder participar, los conductores deben resultar elegibles.

Hay que tener en cuenta que muchas de las infracciones que llevan a la suspensión de una licencia ocurren por simple descuido o por ciertos malos hábitos que se mantienen al conducir. El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV) califica estas actitudes, aparentemente inofensivas, como conducción distraída y las considera un delito que normalmente combate a través del sistema de puntos, una forma de sanción disponible en algunos estados que ha resultado muy eficiente para advertir a los conductores antes de que sea demasiado tarde. El Admin per se también es otra medida que existe en algunos estados y le da la potestad a las autoridades de revocar la licencia y aplicar sanciones que se sumarán a las que se obtengan más tarde en la corte de tránsito.

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