El condado de Butte con baja tasa de vacunación y rechazo a mascarillas

El condado de Butte se encuentra entre los condados predominantemente rurales del norte de California con una de las tasas de vacunación más bajas del estado: solo el 46.6% de los residentes está completamente vacunado, y entre los latinos, el 44.5% está inmunizado contra covid-19.

Durante la videoconferencia: “El condado de Butte se enfrenta a bajas tasas de vacunación: Incendios forestales, crisis de vivienda, creciente población sin hogar, sentimiento antivacunas”, organizada por Ethnic Media Services, expertos de la salud pública y defensores de la comunidad hablaron sobre los desafíos que enfrentan para mejorar los niveles de vacunación en este condado con alta población de trabajadores migrantes del campo.

Victor Rodriguez, especialista en equidad de salud pública en el condado de Butte, dijo que desde el comienzo de la pandemia, el condado de Butte ha tenido un total de 22,039 casos positivos con la tasa más alta entre los 18 y 44 años.

“Ha habido 319 muertes en un grupo de edad de 65 años y mayores. El primer caso se presentó el 14 de marzo de 2020 y la primera muerte en mayo 31 de ese mismo año”. 

Con mayor detalle, explicó que 39.2% de los nativos americanos están completamente vacunados, el 57.4% de los asiáticoamercianos, el 40.4% de los afroamericanos, el 44.5% de los latinos; el 63.4% de los nativos hawaianos y de las islas del Pacífico; y el 47.1% de los caucásicos.

Aunque han hecho alianzas con organizaciones comunitarias, hospitales y otros socios en sus esfuerzos por alcanzar a las diferentes comunidades, batallan por no tener personal suficiente, infraestructura, servicios de Internet y celular para llegar a grupos específicos en el medio rural.

“Esta pandemia está lejos de terminar, pero hasta ahora hemos logrado grandes avances para proporcionar información valiosa de salud a la comunidad y limitar la propagación de este virus”.

Lindsay Briggs, profesora de Chico State University, dijo que en el condado de Butte han tenido una especie de aumento sin precedentes de actitudes anti-ciencia y de rechazo a las evidencias.

“Nos aferramos a muchas de nuestras opiniones y creencias en lugar de prestar atención a los hechos. La mayoría de las personas obtienen sus noticias y su conocimiento en las redes sociales. Con la desinformación, se están volviendo cada vez más politizados y polarizados, lo que ha llevado a altas tasas de infección y bajos niveles de vacunación”.

Señaló que el condado de Butte en los últimos dos años ha pasado por un cambio sin precedentes. En 2017, al dañarse los desagües de emergencia de la presa Oroville, la población tuvo que ser evacuada, el Campo Fire arrasó con la comunidad de Paradise en 2018, y en 2020, el incendio North Complex destruyó el poblado de Berry Creek; y el de Dixie alcanzó la cima del condado de Butte y se extendió hacia el norte.

“Hemos estado viviendo en temporada de incendios durante períodos de tiempo realmente largos, lo que ha creado mucho miedo y desconfianza hacia el gobierno”.

Así que dijo que esto combinado a las actitudes anticientíficas y la poca alfabetización en salud, han formado una tormenta perfecta de personas que realmente no saben en quién confiar, a dónde acudir y cómo protegerse.

Una de las cosas que necesitan destacar es que el condado de Butte es abrumadoramente blanco en un 86% ,con una cultura muy individualista. 

Puso el ejemplo de la nación Navajo que ha reportado que el 70% de ellos está vacunado, porque tienden a ser más comunales.

Mencionó que Oroville se declaró en contra de los mandatos de la vacuna; y en el condado de Butte casi nadie usa mascarillas.

“La gente quiere que sus hijos vuelvan a la escuela, pero no quieren que se vacunen ni usen mascarillas. Y esa solo es una receta para el desastre”.

Añadió que en el condado de Butte, falta mucho liderazgo fuerte para decirles que se tienen que tomar esto en serio, y creer en la ciencia y la evidencia.

“Es lamentable y es por eso que nos encontramos donde estamos ahora”.

Ángel Calderón, trabajador de salud conductual  y concejal en Gridley City, dijo que los trabajadores del campo, el 70% indocumentados, han sufrido tremendamente con la pandemia por el poco esfuerzo hecho para educarlos.

Influye además que no entienden el sistema de vida de los trabajadores.

“Si en una casa viven 4 trabajadores jóvenes, nadie va a querer ir a hacerse un examen de covid por miedo a salir positivos y tener que ponerse en cuarentena junto con el resto de los que ahí viven”.

Hizo ver que necesitamos educación y una presencia fuerte de salud pública para atender la pandemia y también el estrés que ha generado. “Aún estamos perdiendo gente y tenemos que advertir sobre la pandemia y la nueva variante aún más contagiosa que Delta”.

El pastor Kevin Thompson, fundador del Centro Comunitario Southside de Oroville de la Iglesia de Dios en Cristo, dijo que en Oroville están en un 40% de vacunación, un porcentaje muy bajo.

“Queremos realmente empujar a nuestra comunidad y a nuestros líderes para comprometer a los individuos a vacunarse porque tenemos grandes disparidades en la vacunación entre una comunidad y otra”. 

Precisó que Oroville es muy pobre, y el influjo de gente que ha emigrado a esta comunidad por los incendios, hace que vacunarse no sea una prioridad. “Están más preocupados por ver si van a poder reconstruir sus casas, ganarse la vida o la inseguridad alimentaria”.

Pero también dijo que la falta de conocimiento, entendimiento, desinformación y los rumores han hecho que la gente no se vacune. “Necesitamos líderes que nos den la información correcta con relación a la pandemia”.

Maya Klein, estudiante de 16 años de la escuela charter Inspire School of Arts & Sciences dijo que su secundaria es una burbuja dentro de la comunidad de Chico, ya que la tasa de vacunación entre los estudiantes es de 82%, y generalmente usan mascarilla y siguen reglas de higiene.

Pero hizo ver que en el condado de Butte se ha vuelto muy difícil comenzar una conversación de sanación y reconocimiento.

“Covid se ha convertido en un tema tabú donde la desinformación se alimenta de miedo y eso ha llevado a un sentimiento de confusión y negación. Y es difícil tener una conversación en el condado de Butte sin que se polarice el tema; y como resultado no han comenzando a ver la realidad de la comunidad, con bajos niveles de vacunación, falta de información y la enfermedad continúa”.