La carroza un ‘Jardín de esperanza y sueños’ estará presente en el Desfile de las Rosas
Nueve sobrevivientes de cáncer, incluyendo tres latinos, viajarán en el carruaje con testimonios llenos de vida y superación
María Flores tenía apenas 33 años en el 2008 cuando comenzó a sentirse muy cansada. Visitó a su doctora quien le hizo exámenes y no encontró nada extraño.
Pasaron semanas y Flores, quien trabajaba como asistente legal y gerente de oficina, sabía que algo no estaba bien con su salud. Un día mientras se arreglaba para asistir a una comida con familiares notó en su seno derecho una bolita del tamaño de una pelota de golf.
“En el momento cuando lo sentí fue algo espantosísimo pero no quería decir nada hasta no tener un resultado”, recordó la mexicanoamericana. “Pero algo dentro de mí ya sabía que iba a ser porque una tía a los 34 años le detectaron la bolita en el seno”.
Al hacerse más exámenes médicos Flores fue diagnosticada con cáncer de seno triple negativo, una forma agresiva de cáncer. Esto significa que su enfermedad carecía de los receptores y proteínas a los que se dirigen los medicamentos actuales contra el cáncer de seno.
Debido a que su cáncer era muy extraño lo único que le quedaba por probar eran los ensayos clínicos a los cuales accedió sin titubear.
Eventualmente se sometió a cirugías preventivas, extirpando su seno no afectado y luego sus ovarios. Ella sabía que esto era una de las decisiones más importantes de su vida ya que pese a estar casada le prevendría la oportunidad de ser madre.
“Decidí quitarme los dos ovarios porque de parte de mi papá mis tías tenían cáncer de ovario, entonces para mí era muy importante hacerlo para poder estar [viva] más tiempo”, dijo Flores. “En ese entonces no sabía si quería tener hijos, pero al momento que te dicen que tienes cáncer, muchas veces te quita esa opción”.
Flores dijo que tomar la decisión de removerse los ovarios fue extremadamente importante y contó con el apoyo total de su esposo y familiares. Sin embargo, recalcó que no todas las mujeres que pasan por una situación similar lo pueden aceptar.
Apoyando a otros pacientes con cáncer
Con su experiencia y sus ganas de vivir Flores, a sus 46 años, se ha dedicado a educar y asesorar a pacientes con cáncer recién diagnosticados como miembro del Consejo Asesor de Pacientes y Familias de City of Hope.
City of Hope es un centro de investigación y tratamientos contra el cáncer de renombre mundial que proporciona terapias compasivas para salvar vidas. La sobreviviente de cáncer también ayuda a recaudar fondos para investigaciones innovadoras sobre el cáncer y tratamientos de vanguardia.
Ella ha participado en ensayos clínicos para ayudar a generar nuevas terapias contra el cáncer. “Ahora veo los comerciales en la televisión de algunos de los medicamentos [experimentales] que recibí”, dijo Flores.
Gracias a su arduo trabajo y labor humanitaria, Flores fue elegida para ser una de nueve participantes en la carroza “Jardín de Esperanzas y Sueños”, de City of Hope, este primero de enero del 2022 en el Desfile de las Rosas.
Todos los participantes —tres de ellos latinos, incluyendo a Flores— compartirán historias de esperanza inquebrantable y perseverancia. Junto a profesionales de la salud que viajarán en la carroza o caminarán junto a sus pacientes de cáncer, cuya fuerza, determinación y actitud positiva les benefició durante su lucha contra el cáncer.
La carroza de 50 pies de largo y casi 17 pies de alto, construida por Phoenix Decorating Company, contará con mariposas animadas, símbolos de esperanza y transformación. Los hongos de fantasía marcarán el renacimiento después de un tiempo caótico; una metáfora de la batalla sostenida que los pacientes y sus equipos de atención médica mantienen contra el cáncer, así como una reverencia respetuosa al esperado eventual final de la pandemia.
City of Hope recalcó que el covid-19 creó un obstáculo adicional para el tratamiento de los pacientes, pero ellos y los profesionales de la salud continuaron una lucha ininterrumpida contra el cáncer.
Muchos de los pacientes optaron por compartir sus jornadas de su lucha contra la enfermedad para que otros diagnosticados con una enfermedad similar no se sientan solos.
Flores dijo que uno de los consejos que no puede dejar de compartir con propios y extraños es que si sienten algo extraño con su salud, que lo hablen con familiares o amistades para buscar apoyo.
“Empiecen la conversación y si no encuentran la respuesta que buscan pueden ir a cityofhope.org/español y ahí pueden encontrar mucha más información porque lo peor que uno puede hacer es sentir algo y no tomar acción”, recalcó Flores.