La primera presidenta de LaLey decidida a que más latinos logren altos puestos en el LAPD
'Mi meta es aumentar la representación de las mujeres y de los latinos en niveles de liderazgo’: Celina Robles
Por primera vez en su historia, LaLey – Latino American Law Enforcement Association – una organización creada por oficiales del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) para promover el avance de los latinos, tiene como presidenta a una mujer latina, la teniente comandante Celina Robles.
LaLey fue creada en 1967 para alentar una representación equitativa de las minorías y otros grupos no representados en todos los niveles en el LAPD.
Sin embargo, a pesar de que han luchado por la equidad y una mayor representación en los puestos de liderazgo dentro del LAPD, la teniente Robles es la primera mujer líder de LaLey.
Nacida en Los Ángeles hace 40 años, es hija de padres inmigrantes de Jalisco, México, y una de los 6 hijos de la pareja. “Cuatro de mis hermanos nacieron en México. Fui la primera que nació en Los Ángeles”.
Dice que su madre María Irene Robles fue trabajadora del campo. “Ella se acuerda todavía de las muchas horas que pasó recolectando fruta y trabajando incansablemente”.
La teniente Robles creció en la ciudad de Bell Gardens en el condado de Los Ángeles.
“Siempre me gustaron los deportes, el basquetbol, el softball, el atletismo. Fui la única mujer en jugar béisbol con los muchachos. Mi padre me enseñó el trabajo en equipo y a no ser egoísta”.
En cuando se graduó de la secundaria en 1999, se fue a la Universidad de California en Davis, en el norte de California donde se graduó de sociología y estudios chicanos.
“Siempre quise hacer algo en el cumplimiento de la ley como detective. Estaba fascinada con las series de televisión de investigación criminal”, dice.
Por eso cuando regresó a Los Ángeles, se inscribió para estudiar una maestría en justicia criminal en la Universidad Cal State Long Beach.
Pero al mismo tiempo, animada por un amigo que trabajaba para el LAPD, presentó su solicitud para entrar a la Academia de Policía.
“Comencé la Academia en mayo de 2006, y no pude terminar la maestría en justicia criminal hasta 2009 cuando cumplí mi proceso de prueba en el LAPD y me estabilicé”.
Pero describe todo el proceso para entrar a la Academia como muy emocionante. “Yo corría a revisar el buzón para ver si llegaban cartas que me dijeran que había pasado a la siguiente etapa porque son como 7 pasos”.
Después de graduarse de la Academia, comenzó su periodo de prueba en el Buró Sur del LAPD, y al terminar fue transferida a la División Hollenbeck.
“Fue una gran experiencia. Ya no era un oficial a prueba sino un oficial de policía”.
De ahí fue a la División de Operaciones Especiales, y después a la División de Narcóticos y Pandillas.
“A través de mi carrera he tenido diferentes oportunidades y asignaciones desde patrullaje, vigilancia encubierta y como detective”.
Cuando estuvo en Narcóticos y Pandillas, pudo testificar en corte y el juez la consideró una experta por su experiencia y pericia con una pandilla en particular”.
La teniente Robles lleva ya 15 años y 7 meses en el LAPD.
“Es mucho más de lo que esperaba. Ser policía es una ocupación exitosa y respetada. No creo que el entrenamiento que recibimos en el LAPD lo tenga nadie en el mundo y en el país”.
Y además se siente orgullosa de haber logrado uno de sus sueños, ser detective en la División Olympic por un año.
“Siempre quise investigar el crimen, ser una voz para los que no la tienen, y ayudar a resolver y hacer justicia”.
Después de ser detective, fue sargento en la División Sureste, y también dice que disfrutó mucho tratando de capacitar, orientar, dirigir y motivar a todos los oficiales que supervisaba.
También trabajó en la coordinación de personas sin hogar.
“Fue otra gran oportunidad para conocer los diferentes recursos que tenemos para ayudar a la población desamparada”.
Actualmente es la teniente comandante (watch commander) de la División Newton que está bajo el radar del Buró Central de Operaciones. “El watch commander está a cargo de la operación de las patrullas”.
La teniente Robles dice que sus padres están muy orgullosos de ella.
“Al principio cuando le dije a mi mamá que iba a entrar a la Academia de Policía, se preocupó por mi seguridad, pero siempre me ha apoyado. Mis padres siempre me han dado los mejores consejos. Me enseñaron a no darme por vencida, ser honesta, responsable, respetuosa y siempre dar lo mejor”.
Y recuerda una de las frases de su padre “siempre avanzarás en la vida usando tu cabeza, siempre pensando y estarás bien”.
Mientras que la mejor frase de su madre es “si puedes leer, nunca te perderás. Así que sigue leyendo”.
La teniente Robles dice que como presidenta de LaLey y ahora como supervisora en su posición, se siente orgullosa de abrir puertas para otros como mentora y entrenadora.
“También tengo muchas sobrinas y sobrinos. Mis sobrinas cuando me ven, me dicen que quieren ser policías. Yo quiero que ellas vean que pueden ser como yo o más”.
Dice que fue a través de los seminarios que preparó para quienes querían ser detectives, sargentos y tenientes, y su trabajo como mentora, que Armando Pérez, quien era el presidente de LaLey la invitó a participar.
“Empecé como secretaria de LaLey, y por mi trabajo durante 5 años, preparando seminarios y como mentora, que la junta directiva votó para que fuera presidenta”.
Como presidenta de LaLey está convencida de que pueden hacer una diferencia para asegurarse que no solo más latinos sean reclutados sino promovidos a puestos de mando.
“Como presidenta, nos hemos reunido con el jefe Michel Moore y se ha comprometido con nosotros a la diversidad, equidad e inclusión en todos los rangos”.
Hace ver que personalmente le mencionó que la representación de la mujer importa para dar mejores resultados en la comunidad, y ya lo comenzaron a ver en la reciente graduación de oficiales, cuando más mujeres que hombres se graduaron en toda la historia del LAPD.
“Es fundamental e importante que reflejemos a la comunidad que protegemos, pero también para enviar el mensaje a mis sobrinas y a todas las niñas pequeñas de que pueden aspirar a cualquier rango para ser desde oficial hasta jefe de policía”.
Termina diciendo que sería maravilloso tener un día a una mujer latina o a un hombre latino como jefe del LAPD. Cabe aclarar que el jefe Moore se identifica como hispano, ya que su padre es español.
Hasta el 27 de octubre, el 51% de todos los oficiales que han prestado juramento son latinos, y el 32% están en puestos de mando.