Biden duda que avance la protección del amenazado derecho al voto en el Congreso
El presidente Biden admitió el jueves que su impulso para promulgar cambios en las leyes de votación y la regla obstruccionista del Senado parecen condenados a fracasar en el Congreso
El presidente Joe Biden expresó este jueves sus dudas sobre el futuro de los dos proyectos de ley para proteger el derecho al voto en Estados Unidos que los demócratas quieren sacar adelante en el Congreso y que enfrentan obstáculos al parecer insalvables en el Senado.
Biden admitió el jueves que su impulso para promulgar cambios en las leyes de votación y la regla obstruccionista del Senado puede estar condenado al fracaso. “La respuesta sincera a Dios es que no sé si podemos hacer esto”, dijo Biden después de salir de una reunión de más de una hora con los demócratas del Senado.
“Espero que podamos hacer esto, pero no estoy seguro”, dijo.
“No sé si vamos a conseguirlo pero sé una cosa, mientras tenga aliento, mientras esté en la Casa Blanca y mientras esté involucrado, voy a luchar para cambiar la manera en que estos legislativos (estatales) se están moviendo”, dijo Biden a su salida de una reunión en el Capitolio con los demócratas del Senado.
Biden se comprometió a seguir luchando por la reforma electoral y la legislación sobre el derecho al voto, incluso si los republicanos vuelven a bloquear un esfuerzo para promover la legislación este fin de semana.
“Al igual que cualquier otro proyecto de ley importante de derechos civiles que se presentó, si fallamos la primera vez, podemos regresar e intentar la segunda vez”, dijo el presidente.
Biden advirtió que el fracaso podría resultar en una “subversión electoral”.
Los progresistas quien someter a debate en el Senado dos proyectos de ley para garantizar el derecho a voto, pero se enfrentan a una férrea oposición republicana a una reforma electoral.
Los republicanos bloquean todas medidas impulsadas por los demócratas para proteger el derecho al voto: en junio ya tumbaron la llamada “Ley para el pueblo” (“For the People Act”) y en octubre volvieron a hacer lo mismo con “La ley de la libertad del voto” (“Freedom to Vote Act”).
Todas estas iniciativas buscaban contrarrestar las restricciones del derecho al voto que han impuesto en los últimos meses los republicanos a nivel estatal, con la aprobación de 33 leyes en 17 estados que limitan el sufragio de hispanos, afroamericanos y personas con menos recursos económicos, que ya acuden a las urnas en menor proporción.
Los conservadores han conseguido hasta ahora bloquear la aprobación de esas leyes gracias a una maniobra conocida como “filibusterismo”, que permite impedir el debate de cualquier medida si no se reúne una mayoría de 60 votos en el Senado.
Biden se había opuesto hasta ahora a la posibilidad de que los demócratas eliminaran esa maniobra para hacer valer su estrechísima mayoría, que es de apenas 50 escaños, justo la mitad del hemiciclo, pero esta semana aseguró que la obstrucción de los republicanos no le ha dejado “otra opción” que apoyar esa idea.
El presidente recibió un jarro de agua fría este jueves antes de dirigirse al Congreso desde sus propias filas, donde la senadora demócrata Kyrsten Sinema, de Arizona, ha advertido de que no apoyará ninguna medida que socave el “filibusterismo” en el Senado para permitir la aprobación de nuevas leyes.
En una intervención en el hemiciclo, Sinema afirmó que sigue respaldando los proyectos de ley para proteger el derecho al voto, pero que no apoyará “acciones separadas que empeoren la enfermedad subyacente de la división que infecta al país”, en referencia la gran polarización política existente en Estados Unidos.
En su reunión de este jueves con el caucus demócrata de la Cámara Alta, Biden reiteró lo dicho hace dos días durante una visita a Georgia y transmitió a los senadores que “esta es una oportunidad histórica para salvar la democracia y la necesidad de proteger una forma fundamental de gobierno estadounidense”, explicó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en su rueda de prensa diaria.
Psaki aseguró que la Casa Blanca seguirá luchando para sacar adelante los dos proyectos de ley hasta que se tengan los votos en el Senado. En ese sentido, se refirió al líder de la mayoría demócrata en esa cámara, Chuck Schumer, quien tendrá que decidir cuáles son los siguientes pasos a seguir.
“Pero nosotros vamos a continuar con las reuniones y llamadas, y ese va a ser en lo que va a estar centrado el presidente”, dijo Psaki.
Según los demócratas, el Partido Republicano está preparando el terreno a nivel estatal para dificultar el voto en los próximos ciclos electorales y, potencialmente, dar así la vuelta a un resultado que no les favorezca en las legislativas de este año y las presidenciales de 2024.
Las restricciones al voto está afectando, sobre todo, a minorías como los afroamericanos y los latinos.
El líder derechos civiles, Martin Luther King III, el hijo mayor de Martin Luther King Jr., lamentó este jueves la decisión de Sinema y señaló que mientras la senadora continúa “cabezota en su optimismo” las minorías “están perdiendo el derecho al voto”.
Con información de EFE
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