Empleado de Wendy’s de 16 años recibe disparo de un cliente enojado

Un joven de 16 años trabajador de Wendy’s en Phoenix resultó gravemente herido de un disparo en la cabeza realizado por un cliente molesto después de una discusión por salsa barbecue adicional.

Brian Durham Jr., con una bala rozando su cerebro, estuvo al borde de la muerte y tendrá que volver a aprender a hablar.

Los hechos sucedieron el jueves en la noche en el Wendy’s en 19th Avenue y Glendale Road, cuando la víctima se encontraba en una caja registradora del autoservicio. Un cliente que pidió más salsa, discutió con otro empleado que se encontraba en la ventana y finalmente terminó abriendo fuego.

“Él estaba en el medio, y el otro tipo estaba allí, ‘Hey, déjame traer un poco de salsa de barbecue adicional’… Mi hijo se quedó callado y tenía el cambio del tipo en la mano”, contó Brian Durham, el padre del joven lesionado, a Fox 11 News.

Tras la agresión, el cliente subió a un auto conducido por otra persona y huyó del drive-thru. Aproximadamente después de 20 horas después, la policía de Phoenix arrestó al presunto tirador Theotis Polk, de 27 años.

Polk enfrenta múltiples cargos por delitos graves que incluyen asalto agravado y posesión de un arma de fuego por parte de un poseedor prohibido.

El adolescente herido fue sometido a una cirugía de cinco horas y está progresando lentamente. No tiene ventilador y respira por sí solo, aunque aún está por verse el efecto total de la lesión en sus habilidades cognitivas. “Le dan órdenes y mueve los dedos de las manos y de los pies, pero no puede hablar”, dijo el padre NBC 12 News.

Durham Jr., o B-Man, como le llama su familia, había estado trabajando en Wendy’s alrededor de cuatro meses, lo contrataron poco después de cumplir 16 años. Su padre dijo que el joven quería ayudar a su madre a pagar las cuentas.

Tras enterarse del arresto del presunto agresor, el padre del adolescente herido se dijo feliz de la captura y de que su hijo está vivo. “Él me habría quitado a mi hijo”, dijo Durham a NBC, “No tenía sentido, le disparó en la cabeza a un chico que no tenía nada que ver con la situación, lo traumatizó por el resto de su vida”.

Los trabajadores de restaurantes de comida rápida señalan que los malos tratos y agresiones de los clientes se han incrementado, uno de los factores que los está llevando a renunciar a sus puestos.

En uno de los ataque recientes, una mujer de 19 años disparó a la ventana del drive-thru de un Taco Bell en Illinois luego de realizar un pedido.

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