Diecinueve policías en Austin, Texas, son acusados de delitos graves; oficiales dicen que hay una “nueva guerra” contra los policías

Diecinueve policías del Departamento de Austin fueron acusados formalmente por el fiscal de distrito de la ciudad por delitos graves de agresión que aumentan las tensiones entre los oficiales y el liderazgo de la ciudad texana.

Austin estableció un nuevo registro de asesinatos el 11 de enero, basándose en el récord de 89 homicidios que sufrió la localidad en 2021.

Los crímenes violentos incrementaron en la urbe desde el inicio de la pandemia de la covid-19, y aceleró su ritmo cuando la alcaldía controlada por los demócratas votó unánimemente para recortar los fondos del Departamento de Policía de Austin (APD) a 150 millones de dólares, es decir, un tercio de su presupuesto, en agosto de 2020.

Estos recortes dejaron a su paso una ola de jubilaciones y salida de la APD en el transcurso del año 2021.

Para cuando el alcalde de Austin, Steve Adler y el consejo municipal rebajaron el presupuesto de APD, los disturbios violentos ya habían iniciado y terminado. La policía había despejado los caminos que los manifestantes habían ocupado ilegalmente y se enfrentó a más de un intento de un gran grupo de personas de asaltar la sede del departamento.

Los oficiales habían impedido silenciosamente que se organiza en Austin una sección disidente similar al Chop/Chaz de Seattle.

Por su parte, el activista, José Garza, se postuló para fiscal de distrito del condado de Travis en la boleta demócrata en 2020 en una plataforma para enjuiciar a los policías y está cumpliendo eso.

Hasta el momento, ha procesado al menos 25 oficiales en 14 meses, muchos de los cuales ya fueron investigados por APD. Asimismo, una investigación de noticias locales descubrió que está reduciendo y desestimando cargos contra los acusados a un ritmo acelerado, cientos de casos en solo unos meses.

Al momento en Fox News le solicitó a Garza una lista completa de los oficiales a los que acusó la semana pasada, su oficina se adelantó a proporcionar un informe muy preciso.

En este sentido cuando el portal de noticias preguntó si Garza también estaba rastreando los enjuiciamientos de quienes cometieron violencia o dañaron la propiedad durante los disturbios que duraron más de dos meses, su oficina afirmó que no podía hacerlo.

“No, no puedo y, hasta donde yo sé, no rastreamos ninguno de nuestros casos de esa manera”, dijo Ismael Martínez, oficial de información pública del condado de Travis. “Debería crear una solicitud de registros abiertos para obtener esa información”.

El pasado jueves, Garza hizo una inusual rueda de prensa durante el cual pronosticó cargos contra diferentes policías de Austin en un comunicado que dejó a muchas personas confundidas, ya que no nombró a los oficiales ni especificó los cargos a los que se enfrentan a pesar de ya tener acusaciones en contra.

Al menos dos decenas de oficiales fueron heridos por los manifestantes durante los disturbios del 30 y 31 de mayo, incluido varios policías que fueron golpeados con piedras, botellas de agua congelada y frascos de pintura que les lanzaron los manifestantes.

Algunos manifestantes fueron heridos también por rondas de perdigones que usaron los uniformados, de acuerdo a la política del departamento en ese momento para restablecer el orden.

Fox News obtuvo el jueves en la noche la lista de policías de la PD que Garza acusa y los cargos que enfrentan. Los 19 enfrentan cargos por delitos graves de primer grado, pese de que todos menos uno fueron investigados y absueltos de cualquier irregularidad en las acciones que tomaron en respuesta a los disturbios.

Todos los oficiales enfrentan numerosos cargos por delitos graves de primer grado por asalto agravado por parte de un servidor público. Uno de los oficiales acusados, es el oficial Justin Berry, quien es el candidato republicano a la Cámara de Representantes del Estado de Texas.

Los abogados de los oficiales, así como los funcionarios del sindicato de policía, aseguraron que el departamento sabía que las rondas de bolsas de perdigones menos letales usadas para frenar a los manifestantes eran defectuosas.

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