Continúan los esfuerzos para vacunar a la comunidad indígena
Los retos de este grupo son complejos; prueba de ello es que cuando ya todo parece regresar a la normalidad, la preocupación para inmunizarlos se mantiene
Cuando las autoridades del condado de Los Ángeles han dado luz verde para que la gente ya no use mascarillas en lugares interiores, y cuando parece que todo ya empezó a regresar a la normalidad, los esfuerzos para vacunar a la comunidad indígena, el cual sigue rezagada, continúan.
Isai Pazos, director de asuntos comunitarios, de la organización Comunidades Indígenas en Liderazgo (CIELO), dijo que se encontraban vacunando en el sur de Los Ángeles donde hay gran presencia de comunidades indígenas.
Además, enfatizó que hay mucha desinformación y es importante aclarar todas las dudas de la gente que todavía no se ha vacunado.
“Existen muchos mitos que desafortunadamente la gente cree y en consecuencia no se vacuna o duda en hacerlo”, expresó Pazos. “Puede ser que crean que si se vacunan no podrán tener hijos en un futuro, serán envenenados o les reducirá sus años de vida”.
Pazos expresó que un gran número de esas ideas vienen de las redes sociales y de rumores entre las mismas comunidades que desafortunadamente pasan de boca en boca y generan miedo a las personas.
Agregó que en la base de datos de la organización CIELO existen por lo menos unas 15,000 personas de las cuales, solo unas 6,500 se han vacunado. Situación que es preocupante, pero que además los lleva a entender otro de los retos de la comunidad indígena que es el idioma.
Un estudio de CIELO, UCLA y otros centros, encontró que en el sur de California se han encontrado por lo menos 11,000 individuos que pertenecen a unas 30 diferentes comunidades indígenas de México y Centro América, de los cuales, más de la mitad prefiere hablar otra lengua diferente al español o inglés, entre las que se identificaron 17 lenguajes de cinco grupos. Estos datos respaldaron la teoría de la necesidad de educación y penetración entre las comunidades indígenas en diferentes idiomas.
Odilia Romero, directora de CIELO, explicó que el problema es más grande de lo que parece. Subraya que históricamente los indígenas han sido discriminados por verse diferente o hablar otro idioma, situación que a la hora de un censo, un gran número de indígenas mejor se identifica como latinos o mexicanos que hablan español, para evitar seguir siendo discriminados.
“Una cosa que nos daña mucho es que asuman que todos somos latinos, o mexicanos o guatemaltecos y no nos identifican como comunidades indígenas”, explicó. “Al latinizarnos es una violación a nuestros derechos humanos porque con eso no tenemos acceso a los recursos, así que si no contamos en los números, entonces no existimos”.
Por lo pronto, para contrarrestar los efectos de la todavía invisibilizada comunidad indígena, CIELO ha realizado una serie de videos de menos de 40 segundos en diferentes lenguas indígenas, las más comunes, para tratar de informar a la comunidad de la importancia de la vacuna; además, dijeron que seguirán con los esfuerzos de vacunación hasta asegurarse que la gran mayoría de la comunidad indígena está inmunizada.
El sábado 26 de febrero, en la esquina de Vernon y Main, en el sur de Los Ángeles, las personas fueron llegando poco a poco a una feria de vacunas realizada por CIELO, había de todo, incluyendo niños mayores de cinco años que todavía no se habían vacunado.
En el evento que inició desde las 9 a.m. y permaneció dando servicio hasta las 3 p.m., también se entregaron despensas de comida, paquetes de pruebas Covid caseras y se les brindó cualquier tipo de información que la gente necesitara.
Debido a que el impacto en las comunidades indígenas fue grande porque un gran número de ellos trabajaba en industrias que cerraron a principio de la pandemia, la organización CIELO lanzó el Fondo de Indígenas Indocumentados con lo que se le pudo ayudar a unas 2,500 familias con dinero y tarjetas de comida.
Los hermanos Paula y Atalo Solano, originarios de Oaxaca, llegaron el sábado al evento solo por la despensa de comida, pero subrayan que gracias a CIELO se animaron rápido a vacunarse porque le tienen confianza, además que les explicaron y los convencieron de hacerlo.
“Gracias a ellos llegamos a vacunarnos”, dijo Paula. “Nos pusimos la primera dosis, la segunda y el refuerzo. Ahora ya estamos totalmente inmunizados”.