La sorpresiva migración rusa hacia Estados Unidos a través de México y su drástico aumento antes del conflicto con Ucrania
Desde meses antes de la invasión rusa a Ucrania, en la frontera sur de EE.UU. se observó un número histórico de detenciones de ciudadanos rusos que querían pedir asilo.
Tras mostrar una postura tibia durante las primeras horas de la invasión rusa a Ucrania y una enérgica condena poco después, México asegura tener la voluntad de ofrecer refugio a toda persona afectada por el conflicto que lo solicite. Tanto a ucranianos como a rusos.
“Quisiéramos refugiar a todos, abrazar a todos, quisiéramos que no hubiese fronteras, somos del partido de la fraternidad universal”, dijo el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sin ofrecer detalles más concretos sobre este plan.
Hasta ahora, solo un grupo de 28 ucranianos -a los que se les facilitará una visa humanitaria- aterrizó en el país, si bien todos eran familiares de mexicanos que vivían en Ucrania y fueron repatriados en el mismo avión el pasado 4 de marzo.
Pero lo cierto es que, ya meses antes de iniciarse este conflicto entre Rusia y Ucrania, miles de ciudadanos de ambos países -especialmente rusos- ya habían viajado a México en busca de una mejor vida.
Sin embargo, su destino final no era el país azteca sino Estados Unidos.
Utilizar México como antesala para llegar a su país vecino del norte vía terrestre no es nuevo: la ruta lleva siendo años utilizados por migrantes centroamericanos, haitianos, cubanos o venezolanos, entre otros.
Pero el notable incremento de personas rusas retenidas en los últimos meses en la frontera compartida por México y EE.UU. activó las alertas de autoridades de ambos países, poco acostumbradas a este trasiego de migrantes llegados desde un país a más de 10.000 km de distancia.
Aumento de detenciones en la frontera
A la espera de conocer cómo afectará a esta tendencia migratoria la invasión rusa a Ucrania iniciada a finales de febrero, el número de detenidos en la frontera sur de EE.UU. procedentes de esta región experimentó un súbito aumento durante la segunda mitad de 2021.
En el caso de los rusos, la cifra casi se multiplicó por ocho si se compara con el primer semestre del año, al pasar de 1.092 a 8.284. El salto es aún mayor si se compara con el mismo período (julio-diciembre) de 2020, cuando solo hubo 169 detenciones.
La gran mayoría trató de ingresar por el punto fronterizo que separa a Tijuana de San Diego, en California.
En el mismo período, se registró también un gran incremento en el número de ciudadanos rusos que llegaron a México como turistas.
A ellos, al igual que a ucranianos, México no les exige un visado ordinario sino que pueden obtener una autorización electrónica para entrar al país que se resuelve de manera sencilla en cuestión de horas.
Fuentes migratorias de México aseguraron a BBC Mundo que se está haciendo un esfuerzo para verificar en los aeropuertos que los ciudadanos rusos ingresan al país con la intención real de hacer turismo.
Sin embargo, y ante la dificultad que esto conlleva, no descartan que en el futuro se puedan endurecer los requisitos de entrada de personasde esa nacionalidad a México como ya se hizo recientemente con brasileños y venezolanos.
A estos últimos se les exige visado desde finales de enero, tras detectarse un aumento de supuestos turistas que después hacían un “tránsito irregular a un tercer país”, según el gobierno de México, lo que consolida así su papel de primer freno a la migración irregular que trata de llegar hacia EE.UU.
Denis Styazhkin, un periodista de Moscú que hizo este viaje el pasado noviembre, recuerda las “cinco o seis horas” que tuvo que esperar en una sala de migración cuando llegó al aeropuerto de Ciudad de México.
“A todos los rusos nos llevaron allí y nos entrevistaron para saber el propósito de la visita. Yo dije que iba a grabar un documental sobre los últimos días de (Leon) Trotsky, el revolucionario ruso que vivió en Ciudad de México”, le explica a BBC Mundo desde California, a donde logró llegar finalmente.
Ruta de avión y hoteles
Pero aunque pasen también por México, el viaje hacia EE.UU. realizado por los migrantes rusos tiene poco que ver con el que realizan miles de centroamericanos.
“Los rusos vienen a México con recursos económicos. Los centroamericanos que vienen por carretera son a menudo extorsionados o incluso secuestrados. Así que para evitarlo, ellos (los rusos) se desplazan en avión”, le dice a BBC Mundo José Moreno, director de la Coalición Pro Defensa del Migrante del estado de Baja California.
“Llegan en calidad de turistas. Es una migración más sofisticada, por decirlo así”, coincide el director de atención al migrante del Ayuntamiento de Tijuana, Enrique Lucero, quien explica que tras ingresar vía aérea a Ciudad de México o Cancún, estos migrantes llegan hasta la frontera norte tomando otro avión o rentando un auto.
Gracias a su capacidad económica, la inmensa mayoría se aloja en hoteles durante su travesía.
“Es un flujo circular. Llegan aquí e intentan cruzar, o llegan tras fracasar en su intento y se regresan a su país. No los ves como otros migrantes que se quedan en albergues durante un tiempo”, agrega Lucero.
“Es una migración más invisible. E incluso como, por su apariencia, a veces pueden hacer pensar que son estadounidenses, son más difíciles de identificar”, apunta José María García, director del albergue para migrantes Movimiento Juventud 2000 en Tijuana.
El activista, quien alerta del riesgo de que los migrantes rusos se acaben convirtiendo en “presa fácil” para grupos delincuenciales por el dinero que llevan en su viaje, confirma que ningún ruso se aloja en su albergue que continúa ocupado principalmente por haitianos, centroamericanos y mexicanos.
En efecto, en un recorrido realizado en febrero por varios centros en el norte de Tijuana, BBC Mundo solo localizó a un ciudadano ruso en el albergue Jesucristo Príncipe de Paz. Pero en su caso, llegó hace más de un año y no tiene intención de cruzar a EE.UU.
“No tengo idea por qué tantos rusos están haciendo esto de manera ilegal, porque cualquier país bajo un gobierno opresor puede recibir asilo de EE.UU. legalmente”, le djio el hombre a BBC Mundo tras negarse a compartir su historia personal.
¿Por qué a través de México?
Styazhkin, el periodista moscovita, llegó a Tijuana en avión. Antes, como otros compatriotas suyos, evitó tomar un vuelo directo de Rusia a México para no levantar sospechas de las autoridades migratorias e hizo una escala previa en Turquía.
Asegura que la falta de libertad para ejercer su profesión periodística en Rusia y la detención de algunos colegas fue lo que le impulsó a salir rumbo a EE.UU.
También se planteó la opción de migrar a otros países en Europa, mucho más cercanos. E incluso no descartó la idea de establecerse en México y no usarlo solo como lugar de paso.
Pero, animado por la experiencia de otros compatriotas que ya hicieron el viaje, pensó que las oportunidades que podría brindarle EE.UU. merecían la pena para viajar hasta allá.
“EE.UU. es como una garantía para tu seguridad. Después supe que en ningún caso me deportarían a Rusia una vez llegado allí, así que no lo pensé más”, cuenta.
Según Yekaterina Mouratova, una abogada de inmigración basada en Miami que asiste a solicitantes de asilo de habla rusa, vio aumentar en la segunda mitad de 2021 su número de clientes originarios de Rusia, Ucrania, Kazajistán y Bielorrusia.
De ellos, asegura que el 90% intenta migrar a EE.UU. alegando “motivos políticos y miedo de persecución en su país“.
Un segundo motivo es el cierre durante buena parte de la pandemia de la Embajada de EE.UU. en Moscú, lo que dificultó en gran medida el conseguir visas de manera legal para la población rusa.
“Con la embajada cerrada y años de espera en los países donde sí funcionaba, no había más opciones para llegar a EE.UU. Por eso viajé vía México, porque es la única ruta posible para llegar”, afirma Styazhkin.
Y un tercer motivo para este aumento de migración rusa, señala Mouratova, es la creencia de que las políticas migratorias del presidente estadounidense, Joe Biden, son mucho más abiertas que las de su predecesor, Donald Trump.
“La gente que consigue cruzar la frontera comparte sus historias con otros en sus países de origen y les dicen que fueron liberados en 24 o 48 horas. Lo hacen ver como un país acogedor”, le dice la abogada a BBC Mundo.
Más seguridad en la frontera de EE.UU.
Mientras que muchos migrantes centroamericanos recurren a atravesar ríos, saltar vallas o buscar puntos ciegos en la frontera para cruzar, las autoridades detectaron que la mayoría de rusos intentan pasar en grupos a bordo de automóviles.
Por ello, EE.UU. instaló filtros de seguridad adicionales para revisar los vehículos metros antes de que los migrantes lleguen a donde los reciben los agentes.
Styazhkin cuenta de su viaje que, tras llegar a Tijuana, localizó en internet a otro grupo de rusos que iban a intentar pasar a EE.UU. a bordo de un auto que habían comprado en la ciudad.
Tras reunirse con ellos de madrugada, llegaron al punto fronterizo y, cuando le entregaron su documentación al agente estadounidense, le informaron de su deseo de pedir asilo político.
“En ese momento, otros guardias empezaron a gritarnos que diéramos la vuelta con el carro y regresáramos a México. Pero uno de los agentes apareció y nos dijo: ‘Cálmense, están en un país libre”, cuenta.
Tras ser entrevistado, pasó dos días y medio en el centro de detención de Otay Mesa, en San Diego. Después fue llevado a un hotel para pasar la cuarentena por posible covid y, finalmente, fue liberado.
Programas como el “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se tramitan sus casos, no afecta a rusos sino que impacta principalmente a ciudadanos de países de habla hispana, Brasil y Haití.
México también acepta a los migrantes procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador expulsados de manera exprés de EE.UU. bajo el Título 42, que niega la entrada por motivos de salud pública desde el inicio de la pandemia.
Los migrantes de otras nacionalidades podrían ser deportados a sus países, pero generalmente EE.UU. no los expulsa vía aérea cuando se trata de grandes distancias o cuando existe distanciamento en las relaciones diplomáticas con sus países de origen, como es el caso de Rusia.
El trabajo de los “coyotes”
Como con casi todos los movimientos migratorios que se afianzan en una zona determinada, autoridades y activistas están convencidos de la existencia de grupos de tráfico de personas -ya sea desde Rusia o en México- que apoyan a ciudadanos rusos a realizar su viaje a cambio de dinero.
El servicio ruso de la BBC encontró al menos diez grupos en Telegram y Facebook en el que personas rusoparlantes buscan y ofrecen información sobre cómo ingresar a través de la frontera de México y EE.UU.: qué documentación necesitarán, qué tipo de preguntas les harán en migración…
En estos grupos también se ofrece el servicio de los llamados “ayudantes”, que va desde ayuda a la hora de comprar un auto en Tijuana hasta acompañamiento hasta un punto concreto en la frontera. Sus tarifas se discuten en privado, pero algunos usuarios señalan que pueden oscilar entre US$3.000 y US$5.000.
Styazhkin asegura que no recurrió al trabajo de ningún ‘coyote’ o ‘pollero’ y que toda la información necesaria para el viaje la encontró por sí mismo buscando por internet.
Ya instalado en Sacramento, la capital de California donde vive una amplia comunidad rusa, su esperanza pasa ahora por conseguir un permiso de trabajo en seis meses y que su petición de asilo sea examinada en la Corte dentro de un año.
“Mis planes son vivir y trabajar en EE.UU. hasta que el régimen cambie en Rusia. Porque si vuelvo, me meterán en la cárcel de manera inmediata“, concluye el periodista.
¿Cómo afectará la invasión rusa a Ucrania a esta migración?
La actual invasión rusa a Ucrania supuso la cancelación del trayecto Moscú-Cancún de la línea rusa Aeroflot, así como de otras opciones de viaje a México con escalas en la Unión Europea tras el cierre de su espacio a aviones rusos.
Sin embago, pese a estos obstáculos, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en México pronostica que este conflicto se podría acabar traduciendo en “un aumento en cifras” de la migración de estas y otras nacionalidades de Europa del Este hacia México y EE.UU.
“Seguimos la situación muy de cerca”, afirma su jefe de misión adjunto, Jeremy MacGillivray, quien cree que podría influir la malinterpretación que se dé al reciente anuncio de que EE.UU. otorgará el estatus de protección temporal para personas ucranianas.
“Eso otorga protección contra la deportación solo durante un tiempo determinado y únicamente a los ucranianos que ya están en el país, no a nuevos ingresos. Pero en otras ocasiones hemos visto que un anuncio de este tipo genera esperanzas en la gente, que a veces se lo toma como una ‘puerta abierta’ para llegar a EE.UU.”, le dice a BBC Mundo.
Si el aumento en la llegada de estos migrantes fuera considerable, tampoco descarta que México les acabe imponiendo una visa o que EE.UU. endurezca sus requisitos a la hora de solicitar asilo en su frontera.
“Una tendencia vista con otras poblaciones es que a medida que se endurecen las condiciones de ingreso hacia EE.UU., las personas ven con mejores ojos el poder establecerse en México, que solía ser un país de origen y tránsito de migración, pero que cada vez más se está viendo como un lugar de destino”, destaca.
Para Elisa Ortega Velázquez, investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, los países más cercanos en Europa se convertirán en principal destino de estos migrantes, que mirarán hacia México y América en una segunda etapa.
“Pero México nunca está preparado para para afrontar los retos en materia migratoria que se le presentan. En cambio, lo que vemos año con año es una política de reducción de presupuesto para la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado”, cuestiona la experta en migración y derechos humanos.
Ortega Velázquez critica igualmente las diferencias que las autoridades reailzan a la hora de ofrecer asilo a personas según cuál sea su nacionalidad, en la que rusos y ucranianos podrían verse beneficiados.
“En ello influye mucho la clase social y la raza. En el aeropuerto de Ciudad de México, las probabilidades de ser aprehendido aumentan exponencialmente cuando las personas son de clase baja o no blancas. Y en EE.UU., a centroamericanos y mexicanos ni siquiera se les da la oportunidad de pedir asilo”, remata.
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