¿Paz en el espacio? La guerra en Ucrania pone en riesgo el futuro de la Estación Espacial Internacional

A unas 250 millas de la Tierra, cuatro estadounidenses, un alemán y dos rusos siguen viviendo y trabajando juntos, pero ¿cuánto durará la paz en la Estación Espacial Internacional?

Astronauta de la NASA durante un paseo espacial en la EEI

Astronauta de la NASA durante un paseo espacial en la EEI. Crédito: Newscom/picturealliance | Deutsche Welle

El experimentado astronauta de la NASA, Thomas Marshburn, no se inmuta fácilmente. “Trabajar juntos aquí es esencial para nuestra supervivencia”, dejó claro hace unos días este hombre de 61 años, flotando en la ingravidez de la Estación Espacial Internacional (EEI).

Un estudiante del estado norteamericano de Ohio había preguntado previamente al astronauta, que se encuentra en la EEI por tercera vez, a través de un mensaje de vídeo, cómo es la convivencia en un espacio tan reducido y con compañeros tan diferentes. “Nos entrenamos antes de ir, y llegas a conocer muy bien a tus compañeros”, aseguró Marshburn.

Junto a Marshburn en la EEI están actualmente el astronauta alemán Matthias Maurer, los astronautas de la NASA Mark Vande Hei, Raja Chari y Kayla Barron, así como los cosmonautas rusos Piotr Dubrov y Anton Shkaplerov.

¿Continuará la cooperación ruso-estadounidense en la EEI?

Desde hace varios meses, los siete compañeros viven y trabajan juntos en el puesto avanzado de la humanidad en el espacio. Sin embargo, desde la invasión rusa de Ucrania a finales de febrero y las sanciones posteriores, la cuestión es cada vez más urgente: ¿puede continuar la cooperación ruso-estadounidense en la EEI, en la que también participan las agencias espaciales de Japón, Canadá y Europa?

La NASA está siendo muy cautelosa, y no solo a través del astronauta Marshburn. La directora del programa espacial tripulado de la NASA, Kathy Lueders, dijo en una conferencia de prensa que la situación estaba siendo monitoreada, pero que las operaciones de la EEI continuaban “normalmente”.

Los equipos de ambos países estuvieron en contacto permanente, dijo. “Hemos mantenido las operaciones en marcha antes en circunstancias como ésta y ambas partes han sido siempre muy profesionales”. Rusia y Estados Unidos mantienen sus “relaciones pacíficas en el espacio”, cuyo fin sería un “día triste”.

Rusia amenaza con un eventual accidente de la EEI

Por su parte, Rusia está en otra sintonía. Aunque la agencia espacial rusa Roskosmos también subraya su voluntad de seguir cooperando en el espacio, también advierte a EE. UU. de un posible cese de la misma e incluso pinta el escenario de terror de un accidente de la EEI. Además, Rusia suspendió la entrega de motores de cohetes a los Estados Unidos. “Que vuelen al espacio en sus escobas”, comentó con sorna el jefe de Roscosmos, Dmitri Rogozin.

Los medios de comunicación rusos ya hablan incluso de una disociación de las partes estadounidense y rusa de la estación. Esto sería posible en el plazo de un año, según declaró Ivan Moiseiev, director científico del Instituto de Política Espacial de Moscú, al periódico Izvestia. Sin embargo, Roskosmos ha evitado hasta ahora una retirada definitiva de Rusia de la EEI, que ya ha sido amenazada en el pasado. Solo el año pasado, Rusia envió un costoso módulo de investigación a la EEI.

DLR alemán pone fin a cooperación con Rusia

Pero hay más recortes concretos: después de que el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) declarara el fin de su cooperación con Rusia, Moscú también puso fin a su cooperación por su parte. En una medida sin precedentes en respuesta a las sanciones de la UE, Rusia también retiró su personal del puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa, el único acceso al cosmos para la Agencia Espacial Europea ESA.

Por su parte, ESA está revisando la cooperación futura a la luz de las sanciones y tiene que tomar “muchas decisiones difíciles”, anunció el director general Josef Aschbacher. El proyecto espacial europeo-ruso “Exomars” para buscar rastros de vida en el Planeta Rojo parece haberse alejado ya en un futuro lejano.

ESA canceló una sesión de preguntas y respuestas con el astronauta alemán Maurer en la EEI. “Puedo decir que los astronautas cooperan muy bien entre ellos”, subrayó Aschbacher a Südwestrundfunk.

“Matthias expresó la esperanza de que los terrícolas que estamos aquí en tierra nos llevemos bien, porque es inimaginable lo que está ocurriendo aquí, solo visto desde el espacio”. No se sabe oficialmente si la guerra es un problema a bordo de la EEI.

Cooperación histórica, aún en momentos difíciles

A pesar de los numerosos conflictos entre Moscú y Washington, los viajes espaciales siempre se han considerado uno de los pocos ámbitos en los que la cooperación entre ambos países ha funcionado. Incluso durante la Guerra Fría, los entonces bloques del Este y del Oeste habían trabajado juntos en el espacio; por ejemplo, cuando una nave Apolo y una Soyuz se acoplaron en 1975.

El multimillonario proyecto de la EEI, habitado permanentemente por viajeros espaciales desde hace más de 20 años, es el buque insignia de esta cooperación. El puesto de avanzada de la humanidad a unos 400 kilómetros por encima de la Tierra se considera un proyecto de paz.

A finales de año, la NASA acordó seguir operando la EEI hasta 2030. La parte rusa aún no ha accedido a esta prórroga; a principios de año Roskosmos aún la promovía, pero esto ha cambiado con las sanciones. Los expertos temen una pérdida permanente de confianza entre los dos países.

Misiones del EEI a corto plazo

Sin embargo, la guerra de Ucrania también arroja una luz diferente sobre los planes de la EEI a más corto plazo. Están previstas varias misiones sobre el terreno en las próximas semanas. Además, el 18 de mayo, cuando Maurer cumpla 52 años, se lanzará la EEI.

Una nueva tripulación rusa de tres personas y, posteriormente, la primera tripulación completamente privada de Estados Unidos llegará en marzo a la EEI con la misión “Axiom-1”. Normalmente, los recién llegados son recibidos calurosamente en la esclusa, pero ahora las escenas de júbilo ruso-estadounidense en el espacio serían casi una declaración política.

A finales de marzo, está previsto que el astronauta de la NASA Vande Hei regrese a la Tierra en una cápsula rusa Soyuz junto con los cosmonautas Dubrov y Shkaplerov. El director de la NASA, Lueders, dijo que este plan se cumpliría por el momento.

Sin embargo, los Estados Unidos tendrían que recoger a su viajero espacial a través de un desvío después de aterrizar en Kazajstán. Rusia y Estados Unidos han cerrado su espacio aéreo a los aviones de la otra parte.

“Flexibilidades operativas”

El director de la NASA, Lueders, había anunciado que se estaban estudiando posibles “flexibilidades operativas”, entre otras cosas en relación con un posible levantamiento necesario de la estación por parte de Estados Unidos.

Las naves espaciales rusas acopladas a la EEI se utilizan actualmente para corregir el rumbo. El fundador de SpaceX, Elon Musk, que envía astronautas y suministros a la EEI con sus cargueros “Dragon”, ya ha metido a su empresa espacial en la conversación como posible apoyo. Pero Lueders también subrayó: “Nos resultaría muy difícil seguir operando por nuestra cuenta. La EEI se basa en la cooperación internacional, con dependencias mutuas”.

FEW (dpa)

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