La desinformación que genera miedo a la vacuna

Inmigrantes son víctimas de mitos e ideas que llegan de sus países

Autoridades de los CDC monitorean el desarrollo de la variante BA.2, pero anticipan que el alto nivel de inmunidad nos protegerá. (Getty Images)

Autoridades de los CDC monitorean el desarrollo de la variante BA.2, pero anticipan que el alto nivel de inmunidad nos protegerá. (Getty Images) Crédito: Getty | AFP / Getty Images

María Guadalupe Martínez tiene muchas “razones” por las cuales decidió no obtener la vacuna contra el COVID-19, a pesar de que ella se contagió.

“Mi tía se vacunó y una semana después falleció”, dijo Martínez, una mujer de 64 años que vive en el sur centro de Los Ángeles.

María Guadalupe cuenta a La Opinión que su tía había ido a pagar un dinero a su hermana que vive en un pueblito de Tlajomulco, Jalisco, pero sufrió una caída y se golpeó en el pecho.

“Después de aquel golpe no podía respirar y creyó que, como estaba enferma del corazón eran los síntomas del COVID-19 y se asustó”, narra María Guadalupe.

“Mi tía decidió que nadie fuera a visitarla, y aunque mi familia trató de traerla a Estados Unidos para curarla, ella no quiso”, dice. “Ella no tenía calentura ni tos ni nada; estaba asustada y hasta el doctor que la vio, dijo que se había muerto por el COVID-19, pero yo creo que más que nada se murió del susto, porque coincidió que se había vacunado, sufrió la caída y en una semana se nos fue”.

La presunta mala atención médica, un aparente diagnóstico equivocado de un doctor en México y la muerte de su tía influyeron para que María Guadalupe decidiera no inmunizarse contra el coronavirus.

“¿Para qué vacunarse si de todos modos la gente se muere? Si la vacuna fuera tan buena y protegiera ¿Por qué se murieron muchos?”, reflexionó en voz alta.

“La primera clave importante para entender por qué murió esa persona después de vacunarse es que, para saber si la vacuna funciona hay que esperar a tener dos dosis y que pasen más de dos semanas después de la segunda vacuna para saber si el organismo ha creado los suficientes anticuerpos”, dijo la doctora Lucía Abascal, médico del Departamento de Salud Pública de California.

De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), cuando una persona se infecta por un virus o bacteria, su sistema inmunitario produce anticuerpos específicos para combatirlos.

Además, su sistema inmunitario puede aprender a producir anticuerpos de manera segura a través de la vacunación. Una vez que tiene anticuerpos para una enfermedad particular, le brindan cierto grado de protección contra esa enfermedad.

Incluso si se enferma, tener anticuerpos puede proteger a la persona para que el cuadro de la enfermedad no sea grave porque el organismo tiene algo de experiencia combatiendo esa enfermedad.

Cuánto dura esta protección depende de cada enfermedad, de cada persona, y también está influido por otros factores. Los anticuerpos son solo una parte de su respuesta inmunitaria.

El sistema inmunitario es una red compleja de células, tejidos y órganos que trabajan juntos para proteger al organismo de las infecciones, y los anticuerpos son proteínas que produce el sistema inmunitario de una persona para ayudar a combatir infecciones y protegerla para que no se enferme en el futuro.

Yurina Melara, portavoz del grupo de trabajo de vacunas COVID-19 del Departamento de Salud Pública de California (CDPH), indicó que, parte de los mitos sobre la inmunización son cuando no hay información confiable sobre los casos “y la gente se queda con lo que imagina en su mente”.

“En primer lugar, la tía de esa persona falleció en México, no sabemos qué tipo de vacuna le aplicaron y no se sabe la causa real de la muerte”, agregó. “En este caso no hay datos fidedignos ni un reporte oficial de la causa de esa muerte”.

En California, datos compilados por parte del CDPH hasta el 10 de marzo, indican que en el “Estado Dorado” han ocurrido 86,387 muertes (122 como promedio diario, desde 2020) desde que se declaró oficialmente la pandemia del coronavirus.

“Definitivamente, es importante preguntarse el porqué de las muertes; debemos tener este tipo de charlas y aclarar que las vacunas están ahí para limitar las complicaciones del COVID-19”, manifestó el doctor Ilan Shapiro, oficial de asuntos médicos de Altamed.

El experto en salud médica señaló a La Opinión que ninguna vacuna cubre al 100 por ciento a las personas, pero sí ayudan a todos a prevenir una posible enfermedad prolongada.

“Hasta ahora, las herramientas más importantes que tenemos para protegernos son las vacunas”, dijo Shapiro. “Salvar vidas depende de nosotros y como siempre, repito, vacunémonos contra el miedo con una dosis de verdad”.

MITO

Asumir que algunas consecuencias como productos de caídas u otras enfermedades son producto de las vacunas.  “Mi tía se vacunó y una semana después falleció”, dijo María Guadalupe  Martínez, una mujer de 64 años que vive en el sur centro de Los Ángeles.

REALIDAD

“En primer lugar, la tía de esa persona falleció en México, no sabemos qué tipo de vacuna le aplicaron y no se sabe la causa real de la muerte… En este caso no hay datos fidedignos ni un reporte oficial de la causa de esa muerte”, explicó Yurina Melara, portavoz de CDPH.

El doctor  Ilan Shapiro, de Altamed, subrayó que hasta ahora, las herramientas más importantes que hay para la protección contra el COVID-19 son las vacunas, pero salvarse dependerá de cada persona es por eso que recomienda vacunarse cuanto antes para protegerse y evitar complicaciones que puedan llevar a la muerte.

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