Rusia revela que está retirando drásticamente tropas de Kiev y ahora busca dividir Ucrania en dos, al tomar áreas estratégicas del sur y el este

Rusia ha dicho que va a “reducir drásticamente” las fuerzas cerca de la capital ucraniana, Kiev, a medida que su invasión persigue nuevos obejetivos al sur y este del país.

El anuncio fue realizado por el viceministro de Defensa, Alexander Fomin, y se produce durante una nueva ronda de negociaciones de paz.

Vladimir Putin esperaba una victoria rápida cuando ordenó la invasión de Ucrania, pero sus fuerzas encontraron una fuerte resistencia.

El número de muertos rusos ha llegado a 15,000 con varios generales y otros altos comandantes entre los muertos.

En los últimos días, Ucrania dijo que sus tropas habían hecho retroceder a las fuerzas rusas cerca de Kiev.

Los ucranianos lograron volver a ocupar pueblos y posiciones defensivas hasta 21 millas al este de la capital.

La última ronda de negociaciones, la quinta desde que Rusia invadió a su vecino el 24 de febrero, se produce cuando las fuerzas ucranianas continúan defendiéndose de las tropas enemigas en las afueras de Kiev, que por primera vez en varias semanas no reportó nuevos ataques con misiles durante la noche en un raro momento de tranquilidad para la capital.

El estancamiento en la mesa de negociaciones hasta ahora parecía coincidir con la situación sobre el terreno en Ucrania, que en los últimos días ha visto un sube y baja de ganancias y pérdidas para ambos ejércitos después de casi cinco semanas de hostilidades armadas.

El Ministerio de Defensa británico dijo el martes que los rusos se habían retirado de “varias posiciones” alrededor de Kiev, pero advirtió que seguían siendo una “amenaza significativa” para la capital.

El análisis coincidió con el del ejército ucraniano y Zelensky, quien dijo durante la noche que era “demasiado pronto para hablar de seguridad” en áreas suburbanas como Irpin, que Ucrania dijo que había “liberado” del control ruso.

El Ministerio de Defensa de Ucrania dice que Kiev sigue en peligro, a pesar de las declaraciones recientes de Rusia de que cambiaría su enfoque a las áreas del este de la nación.

El oeste de Ucrania, que hasta ahora se ha librado de un asalto a gran escala, también ha visto un aumento de los ataques en los últimos días.

Las autoridades de la ciudad de Lviv informaron que dos misiles fueron derribados el lunes, dos días después de que un par de misiles alcanzaran objetivos en la ciudad, un depósito de combustible y un complejo de defensa. No se reportaron muertes.

Rusia ha estado apuntando a los suministros de combustible en todo el país en los últimos días, incluidos los ataques el domingo por la noche en una instalación de almacenamiento de petróleo en la ciudad occidental de Lutsk.

En un nuevo informe el martes, el ejército ucraniano dijo que más de 60 edificios religiosos, en su mayoría pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, habían sido destruidos en la guerra, principalmente alrededor de Kiev y las áreas del este.

En Chernihiv, donde el alcalde dijo que una explosión rusa destruyó un puente en una ruta de ayuda clave la semana pasada, el bombardeo ha sido casi constante, según funcionarios locales. La ciudad está a unas 90 millas de Kiev.

En Mariúpol, que ha perdido la mayoría de su población anterior a la guerra de 430,000 habitantes, el alcalde dijo que cerca de 5,000 personas han muerto en medio de los ataques que han reducido la ciudad a escombros.

Mariúpol está “hoy en manos de los ocupantes”, dijo el lunes el alcalde Vadym Boichenko, quien habló desde las afueras de la ciudad. Boichenko dijo que los rusos controlaban importantes extensiones de tierra en el área.

La toma de la ciudad le daría a Putin un corredor a Crimea, que Moscú anexó en 2014 pero que no tiene conexión terrestre con Rusia.

Los analistas militares y de inteligencia occidentales dijeron que sospechan que Rusia podría querer dividir Ucrania y tomar áreas estratégicas del sur y el este, ya sea por la fuerza o mediante negociaciones. Zelensky dijo durante el fin de semana que podría ceder en “el complejo tema de Donbas”, una región oriental con un movimiento separatista prorruso. Pero también ha insistido, aparentemente de manera irreconciliable, en que “la soberanía y la integridad territorial de Ucrania están fuera de toda duda”.

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