Sin bacalao ni cangrejo: el negocio de mariscos en EE.UU. se prepara para escasez de pescado tras las sanciones a Rusia
Con las últimas sanciones impuestas por EE.UU. a Rusia, los productores de especies clave como bacalao y cangrejo han comenzado a preocuparse ante la escasez, el alza en precios e incluso despidos de trabajadores
Las sanciones económicas contra Rusia, específicamente contra la importación de mariscos que han anunciado diversos países como represalia a la invasión en Ucrania, han ocasionado que la industria pesquera mundial se prepare para escasez de producto, aumentos de precios e incluso posibles pérdidas de empleos.
La última ronda de intentos de Estados Unidos de castigar a Rusia incluye prohibiciones a las importaciones de mariscos, alcohol y diamantes, por lo que especies clave como el bacalao y el cangrejo son cada vez más difíciles de conseguir.
Rusia es uno de los mayores productores de productos del mar del mundo y fue el quinto mayor productor de pescado capturado en la naturaleza, según un informe de 2020 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
Sin embargo, aunque Rusia no es uno de los mayores exportadores de productos del mar a EE.UU., sí es líder mundial en exportaciones de bacalao.
También es un importante proveedor de cangrejos y abadejo de Alaska, muy utilizados en sándwiches de comida rápida y productos procesados como palitos de pescado.
Maine, uno de los lugares de EE.UU. más afectados
Es probable que el impacto se sienta en varios lugares del mundo, entre ellos Estados Unidos: Rusia exportó más de 28 millones de libras (12.7 millones de kilogramos) de bacalao a EE.UU. desde el 1 de enero de 2020 hasta el 31 de enero de 2022, según datos del censo.
Uno de los más afectados es Maine, donde más de $50 millones en productos del mar de Rusia pasaron por Portland en 2021, según estadísticas federales.
Es más probable que los consumidores estadounidenses noten el impacto de las sanciones a través del precio y la disponibilidad del pescado, dijo a la agencia AP, Kanae Tokunaga, quien dirige el Laboratorio de Economía Costera y Marina en el Instituto de Investigación del Golfo de Maine en Portland.
En los EE.UU., la dependencia del bacalao extranjero se debe a la pérdida de su propia pesquería de bacalao del Atlántico, que se derrumbó ante la sobrepesca y los cambios ambientales.
Los pescadores estadounidenses, basados principalmente en Nueva Inglaterra, trajeron más de 100 millones de libras (45.4 millones de kilogramos) de bacalao a los muelles por año a principios de la década de 1980, pero la captura de 2020 fue de menos de 2 millones de libras (900,000 kilogramos).
Los procesadores de mariscos en Massachusetts están preocupados por la pérdida de empleos debido a la pérdida de productos rusos, dijo el senador demócrata estadounidense Ed Markey.
Para los productores estadounidenses de productos del mar básicos, la falta de bacalao ruso podría significar recurrir a otras fuentes extranjeras como Noruega o Canadá, dijo a la agencia AP Walt Golet, profesor asistente de investigación en la Facultad de Ciencias Marinas de la Universidad de Maine.
Como alternativa, los productores y consumidores podrían probar especies de peces subutilizadas capturadas en el país, como el abadejo del Atlántico y la gallineta nórdica, dijo Ben Martens, director ejecutivo de la Asociación de Pescadores de la Costa de Maine.
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