Vendedores evitan el cierre del ‘swap meet’ de North Hollywood
En dos semanas de intensas movilizaciones y protestas, logran que los propietarios los dejen seguir trabajando en sus locales; y firman contrato por 25 años
Cuando a Juana Gómez, madre de 7 hijos, le avisaron que en 30 días tenía que desocupar su local en el swap meet de North Hollywood y de no hacerlo tendría que pagar una multa de $600, dice que sintió como si le explotara una bomba.
“La noticia de que iban a cerrar el swap meet y teníamos que desalojar, nos cayó a todos muy mal. Yo no podía dormir y me enfermé de estrés y ansiedad, al grado que paré en el hospital, preocupada por no saber qué iba a pasar con nosotros”, dice Juana.
“En el hospital me dijeron que me tenía que relajar, pero cómo, si tengo dos niños con necesidades especiales a quienes sacar adelante, y me estaban cerrando mi fuente de ingresos”.
Y es que Juana apenas se recuperaba de los cierres de negocios que los comerciantes del swap meet sufrieron durante la pandemia, cuando les notificaron del cierre definitivo.
“Yo vendí tortas, cobijas, calcetines, calzoncillos y flores durante años en la calle, y apenas en noviembre de 2019, pude rentar por mi propio local”, recuerda.
Por fortuna, tras varias semanas de protestas, los vendedores lograron evitar el cierre del swap meet.
“Conseguimos un administrador y se hizo un contrato por 25 años”, dice Roberto López, dueño del restaurante mexicano Delicias López, quien sin pensarlo se convirtió en líder de los comerciantes del swap meet de North Hollywood.
“Cuando nos dieron la noticia de que en 30 días iban a cerrar, dije, tenemos que organizarnos, cómo van a cerrar así nomás”, cuenta Roberto, quien tiene 8 años con su restaurante.
Y precisa que en el swap meet, hay 105 locatarios, la mayoría inmigrantes latinos, 25% coreanos y 5% armenios.
“El cierre que nos querían hacer era una injusticia. Aquí hay comerciantes que llevan más de 30 años; y de un día para otro, nos querían quitar nuestro empleo. Además este swap meet, es una opción de compra a precios muy económicos para la comunidad”.
Así que con la meta de pelear hasta el final para evitar el cierre, se lanzaron a protestar a la calle y fueron a manifestarse hasta la casa del dueño.
“Él salió y nos dio la cara. Nos invitó a ir a tomar un café, y le dijimos que no queríamos el cierre. Al principio, nos propusieron darnos dinero para salirnos, pero no aceptamos. Le dijimos que esa no era una opción porque hay vendedores que le han invertido mucho a sus negocios, los ha remodelado y redecorado”.
Al final, Roberto dice que el propietario aceptó que se quedaran con la condición de que encontraran un administrador creíble que se hiciera cargo de cobrar y pagar las rentas.
“Lo conseguimos y se pudo hacer un contrato por 25 años. La verdad fueron días muy difíciles. No podía dormir, estaba muy tenso. Nuestro medio para ganarnos la vida estaba en juego”.
Incluso buscaron la ayuda del concejal de Los Ángeles, Paul Krekorian quien se desligó del asunto, y a través de un comunicado, dijo que aunque prefería que el swap meet continuara, era un problema entre partes privadas, y la Ciudad no tenía autoridad directa.
Su propuesta fue ayudarlos a acelerar las licencias y permisos, si encontraban otro lugar donde irse.
Por suerte, los comerciantes de swap meet, se movilizaron y lograron hacer lo que el concejal no pudo, quedarse trabajando en el mismo espacio.
Ivar Cano, propietario de la juguetería J&C Toys del swap meet de North Hollywood, ya respira tranquilo, al saber que su negocio seguirá adelante.
“Cuando me avisaron que iban a cerrar, sentí como si el mundo se me viniera encima”.
La noticia fue un golpe demoledor porque “apenas estamos saliendo de la pandemia y queriéndonos recuperar”, dice.
La juguetería perteneció primero a sus padres, inmigrantes bolivianos, y luego se la traspasaron a él, quien a su vez tiene un hijo de 15 años. El negocio ha pertenecido a su familia durante 25 años.
“Fue un shock saber que nos íbamos a quedar sin trabajo en tan poco tiempo. No sabíamos qué hacer. Estábamos muy estresados. Afuera las rentas están mucho más caras. Acá ya nos conoce todo mundo. Mis padres que fueron los que abrieron el local, conocen a los papás desde que eran niños y venían por sus juguetes”.
Ahora que se ha disipado la amenaza del desalojo al contar con un contrato por más de dos décadas, desea es que se mantengan abiertos por mucho tiempo con el nuevo operador .
“Yo no tengo casa y vivo con mis padres, y estaba pensando en comprar antes de que nos avisaran del cierre. Ahora ya puedo continuar con mis planes”.
Juana cree que es probable que el nuevo administrador les aumente las rentas, pero si suben mucho, dice que se quedará con solo uno de los dos locales que tiene para su negocio de venta de ropa de mujer Yanely Boutique.
“El 31 de marzo, que fue el día que nos avisaron que ya no iban a cerrar, brincamos, saltamos, cantamos, gritamos de alegría, y celebramos con banda, música y comida”.
El swap meet de North Hollywood se localiza en el 7355 del boulevard Lankershim. Abre todos los días de las 10:00 a.m. a las 7:30 p.m.