El alto precio del cambio climático en la salud
La contaminación y el calentamiento global que han alterado el clima, ha acentuado las enfermedades respiratorias, las alergias, inclusive los trastornos cardiacos.
Amor García es una trabajadora del campo que vive con sus dos hijas en un vecindario rodeado de sitios tóxicos en Salton City, una comunidad en el condado Imperial. Cuando ella y su esposo se mudaron a esta ciudad, no sabían el grado de contaminación del lugar ni el costo en la salud.
Tras pasar años trabajando en el campo entre Bakersfield y Oxnard, Amor y su esposo se establecieron con sus hijos de 8 y 5 años en Salton City.
“Teníamos muchas ganas de una casa con un patio grande; y el lugar nos gustó mucho. Es muy tranquilo”.
Pero Amor y su familia no contaban con que la laguna de Salton, que un día fue una atracción turística visitada por las celebridades de Hollywood, estaba convertida en un foco de contaminación.
Por lo que al poco tiempo de mudarse al lugar, empezaron a sentir en su salud las repercusiones del daño medioambiental.
“Mi hija entró a una escuela que está pegada a la laguna; pero en tiempo de calor, notamos que le cambiaba mucho el tono de su piel y se le ponía color ceniza. Eso no fue todo, también se le comenzaron a tapar sus vías respiratorias”, expresa la madre.
“Los doctores nos dijeron que padecía de alergias por los vapores y el aire que despide la laguna El aire que respiramos está cargado de toxinas”.
Amor cuenta que la laguna de Salton está muy contaminada por los excedentes de agua de la agricultura que vienen llenos de químicos y pesticidas.
“A la orilla de la laguna hay mucho litio que se ve como sangre. La laguna se está secando y está demasiado salada”.
En tiempo de calor – agrega- desprende un olor fétido que impregna la piel.
Amor enfatiza que le preocupa la contaminación de la laguna de Stanton, no solo por el costo en la salud de su familia, sino por los jóvenes y toda la gente que vive ahí.
“Mucha gente ya está establecida, tienen su casa, su trabajo. Es complicado vender e irse a otro lugar”.
Platica que ha visto videos de la laguna de Stanton de los años 50. “Era demasiado bonita y turística. Muchos artistas venían aquí. Tenían casas”.
Por eso, menciona que le gustaría que el agua estuviera limpia, que hubiera árboles y parques para los niños como en otras ciudades.
En tiempo de calor y cuando hace mucho aire, Amor no deja salir a sus hijos ni a los animales a jugar afuera.
“Aquí tenemos tormentas de arena que arrastran el polvo y los químicos ya secos de la laguna, y se viene una plaga de mosquitos”.
En esa temporada, las repercusiones en la salud se agudizan. A los niños se les tapan las fosas nasales, se les hinchan los ojos y se les sangra la nariz.
Esta problemática hizo que su hija Ana Yaretzi García fuera al Capitolio estatal en Sacramento, a hablar sobre el tema. Pero no se ha logrado avanzar en una solución y el problema sigue
La contaminación tiene costos en la salud y en el nivel de vida
Ricardo Álvarez, presidente de MITIGAT.com y experto en diseño ambiental, vulnerabilidad y mitigación de amenazas, y adaptación al cambio climático, dijo que el impacto del cambio climático lo vemos directamente en el aumento de los incendios forestales, los huracanes, las inundaciones y los eventos extremos del clima.
Como consecuencia de estas amenazas, explica, aumenta el costo de las reparaciones de los daños; y por el riesgo a la vida, se incrementan los precios de los seguros por incendios e inundaciones.
“Las compañías de seguros, al ver que su riesgo aumenta, se lo pasan al cliente”.
Es importante, dice Álvarez, que como ciudadanos tomemos medidas preventivas para asegurarnos que las viviendas no estén cerca de los árboles.
En la parte de la salud, hace ver que la contaminación y el calentamiento global que han alterado el clima, ha acentuado las enfermedades respiratorias, las alergias, inclusive los trastornos cardiacos.
“Esto lleva a la necesidad de hacer más visitas al médico, tomar medicinas y pagar deducibles por el seguro de salud, y esto se suma al costo de vida”.
Concluye diciendo que es difícil medir el impacto del cambio climático en el costo de vida.
“La agricultura está sufriendo mucho por el calentamiento, por la sequía, la baja en la producción y han tenido que cambiar a cultivos más resistentes a la falta de agua”, explica Álvarez, quien subraya que a la larga, esto aumenta el costo de los productos como los tomates y naranjas, etc.
¿Qué podemos hacer?
El experto dice que hay dos cosas que podemos hacer para aminorar nuestra influencia sobre el clima.
Una manera de mitigar es dejar de emitir los gases de invernadero.
“California va adelante en el país por todas las leyes que han pasado, pero los latinos en el hogar, podemos ayudar, cambiando los bombillos que reducen el uso de energía”.
Sin embargo, Álvarez subraya que es poco lo que se puede hacer porque el principal problema es el agua y es muy difícil de atender.
“Lo que debemos hacer es dejar oír nuestras voces, lo más que se pueda, y buscar campeones políticos que se apropien del problema, para cuando salgan electos, representan las voces de quienes están más abajo”.
Los precios de la gasolina
El economista Alfredo Romero, de la Universidad Tecnológica de Carolina del Norte, dijo que las alzas exageradas en los precios de la combustible que hemos visto en las últimas semanas son un resultado directo de nuestra dependencia al petróleo.
Enfatiza que un negocio está para maximizar las ganancias de sus accionistas, y no en proveer energía a precios bajos para los consumidores.
“Las grandes petroleras saben que dependemos de su producto, es por esto que se pueden dar el lujo de producir menos para aumentar los precios”, expresa.
“Si queremos evitar alzas en los precios de la gasolina, tenemos que invertir y expandir las fuentes de energía limpia, como la energía eólica y solar”.