Residentes de un vecindario de Azusa fueron evacuados mientras se incautaban fuegos artificiales ilegales en una residencia
Un escuadrón antibombas del Sheriff del Condado de Los Ángeles recuperó una gran cantidad de material explosivo en una residencia en Azusa; la investigación se originó con una incautación de pirotecnia ilegal en Irwindale
Residentes de un vecindario de la ciudad de Azusa fueron evacuados la tarde de este lunes mientras un escuadrón antibombas incautaba en una residencia una gran cantidad de fuegos artificiales ilegales y otros explosivos peligrosos.
Las autoridades informaron que, aproximadamente a las 3:20 p.m., acudieron a la cuadra 900 de West Hollyvale Street, donde evacuaron unas 27 casas en el área.
Las autoridades llegaron al lugar después de que los investigadores de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles encontraron alrededor de 1,700 libras de pirotecnia ilegal en una instalación de almacenamiento en Irwindale.
El registro en Irwindale llevó a las autoridades a registrar una residencia en Hollyvale Street, en Azusa, según la policía.
Las autoridades informaron que un hombre en la residencia fue detenido para ser interrogado y que una camioneta estacionada en el domicilio estaba llena de explosivos.
“Se localizaron fuegos artificiales ilegales junto con algunos materiales de tipo explosivo utilizados para fabricar fuegos artificiales; como resultado de eso, se llamó al escuadrón antibombas del Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles”, expresó el teniente de policía de Azusa, Jake Bushey.
Los integrantes del escuadrón antibombas del Departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles encontraron materiales utilizados para hacer fuegos artificiales y más explosivos dentro de la residencia.
No se informó la cantidad de artículos de pirotecnia y productos explosivos ilegales que fueron incautados en Azusa.
La incautación de la pirotecnia ilegal ocurre una semana antes de la celebración del 4 de julio.
A los residentes evacuados se les permitió regresar a sus hogares poco antes de las 10:20 p.m.
Las autoridades informaron que los materiales explosivos incautados no iban a ser detonados en el vecindario de Azusa.
El año pasado, LAPD incautó un cargamento de fuegos artificiales ilegales en el sur de Los Ángeles, pero los dispositivos explotaron después de colocarlos en un recipiente de contención, hiriendo a varias personas y dañando hogares.
Los investigadores concluyeron que la unidad de contención había sido sobrecargada.
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