El caso de reencarnación de James Leininger, el niño que asegura haber estado en la Segunda Guerra Mundial

El niño a muy temprana edad manifestó a sus padres indicios de lo que vivió y quien fue en su vida pasada, lo cual fue una impactante situación

El caso de reencarnación de James Leininger

El infante siguió dejando atónitos a sus papás al revelar datos, lugares y situaciones que después constataron que eran ciertas. Crédito: Getty Images

La reencarnación es la creencia consistente en que la esencia individual de las personas empieza una nueva vida en un cuerpo o forma física diferente después de la muerte biológica.

Un caso que desde hace un tiempo ha llamado poderosamente la atención es el de James Leininger, un niño que a muy temprana edad manifestó indicios de lo que vivió y quien fue en su vida pasada.

Y es que cuando estaba por cumplir dos años, su padre Bruce Leininger lo llevó a un museo de aviación en Addison, Texas, donde mostró gran interés en la exhibición dedicada a la Segunda Guerra Mundial.

Una vez que salió del museo y James llevaba consigo algunos aviones de juguete así como un video que mostraba a los “Blue Angels”, pertenecientes al equipo de exhibición de vuelo de la Marina, la confusión se apoderó de los padres del menor cuando dijo en repetidas ocasiones: “Airplane crash on fire” o en español “un avión en llamas se estrella”.

Posteriormente, el infante siguió dejando atónitos a sus papás al revelar datos, lugares y situaciones que después constataron que eran ciertas. Quizá el momento más impactante llegó cuando el niño reconoció que en su vida pasada fue James Houston, un plioto de 21 años que desapareció en acción en 1945, durante un combate en el Pacífico contra los japoneses.

El padre del menor, Bruce Leininger, decidió visitar a la hermana de James Houston, quien quedó sorprendida por la información que el pequeño James sabía, incluso reconoció que su familiar, quien fue declarado desaparecido: “Es muy probable”, respondió si el pequeño era la reencarnación de su hermano.

A medida que James fue creciendo, sus pesadillas y recuerdos fueron disminuyendo, pero su gusto por los aviones prevalece hasta la actualidad.

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