Videojuegos podrían mejorar la toma de decisiones en adolescentes

Un nuevo estudio científico elaborado por la Universidad Estatal de Georgia reveló que los adolescentes que juegan videojuegos podrían desarrollar mejor zonas del cerebro ligadas a la toma de decisiones.

Como parte del estudio los responsables de la investigación utilizaron imágenes de resonancias magnéticas de forma tal que pudieron observar las diferencias entre los cerebros de las personas que juegan de manera regular y aquellas que no. Gracias a estos datos llegaron a la conclusión que el uso constante de videojuegos puede convertirse en un método alternativo para mejorar la toma de decisiones perceptuales en los adolescentes.

Mukesh Dhamala, uno de los científicos a cargo de la investigación, explicó que los resultados del estudio dan a entender que los videojuegos pueden utilizarse como una herramienta altamente efectiva para mejorar el proceso de toma de decisiones.

“El entrenamiento para la eficiencia en la toma de decisiones y las intervenciones terapéuticas, una vez que se identifican las redes cerebrales relevantes”, indicó Dhamala.

Tim Jordan, el autor principal de la investigación, aseguró que su caso personal es una muestra clara de cómo los videojuegos pueden impactar de manera positiva en determinadas circunstancias.

Argumentó que cuando era pequeño presentaba problemas de visión en uno de sus ojos, por lo que los médicos le recomendaron cuando tenía 5 años que se tapara el ojo donde no presentaba problemas para que de esta forma su otro globo ocular pudiera ir adaptándose y mejorar.

Durante este tiempo Jordan realizó entrenamiento visual jugando videojuegos, algo que con el transcurso del tiempo le permitió mejorar significativamente su capacidad visual al pasar de ser legalmente ciego de un ojo, a contar con visión perfecta en ambos.

Esto se vio reflejado en el estudio que contó con la participación de 47 personas, todas ellas en edad universitaria. De este número 28 eran jugadores habituales, mientras que los restantes 19 no jugaban videojuegos.

Los investigadores encontraron que aquellas personas que jugaban eran capaces de reaccionar más rápido de manera más precisa en determinadas circunstancias. Esto demuestra que los videojuegos son capaces de alterar el desempeño del cerebro al mejorar el desempeño de ciertas tareas de forma tal que la persona tenga tiempos de respuesta más cortos.

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