Sospechosos de robos y tiroteos en tiendas 7-Eleven en el sur de California intentaron comprar más municiones, dijeron autoridades
El intento de Malik Patt y Jason Payue fracasó debido a la edad de Patt, de 20 años, y a los antecedentes penales de Payne; los dos acusados comparecieron ante un tribunal en Santa Ana, pero la lectura de cargos se retrasó al 18 de agosto
Los robos y tiroteos del 11 de julio en tiendas 7-Eleven dejaron 2 personas muertas y 3 heridas. Crédito: APU GOMES | AFP / Getty Images
Los dos sospechosos de cometer robos y tiroteos en tiendas 7-Eleven en el sur de California intentaron comprar más municiones, reveló el Fiscal de Distrito adjunto senior del Condado de Orange, Seton Hunt.
En un tribunal en Santa Ana, este martes, Hunt dijo que después de los asaltos y disparos cometidos la madrugada del 11 de julio, que dejaron dos personas muertas y tres más heridas, los sospechosos Malik Patt y Jason Payne acudieron a una tienda de artículos deportivos en un intento de comprar más municiones.
La pareja no pudo hacerlo debido a la edad de Patt, de 20 años, y a los antecedentes penales de Payne.
Los dos sospechosos fueron arrestados el viernes y permanecen bajo custodia de las autoridades.
Patt y Payne comparecieron en Santa Ana por primera vez ante un tribunal la mañana de este martes y se revelaron nuevos detalles sobre los incidentes del 11 de julio.
Malik Patt, de Los Ángeles, enfrenta tres cargos de homicidio, dos de intento de homicidio, tres de robo y un cargo de robo de auto mientras está armado, en relación con los crímenes que ocurrieron en tiendas 7-Eleven en Santa Ana y Brea, además de la muerte de un vagabundo el 9 de julio en North Hills, en el Condado de Los Ángeles.
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Los cargos contra Patt incluyen acusaciones de circunstancias especiales de homicidios múltiples y homicidio en la comisión de un robo.
Patt podría enfrentar una posible sentencia de muerte, si los fiscales optan por seguirla. Como mínimo, enfrentaría cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en caso de ser declarado culpable en el juicio.
Jason Payne, de 44 años, descrito como vecino de Patt, fue acusado de tres cargos de robo y un cargo de intento de robo, derivado de atracos en Santa Ana, La Habra y Brea.
Payne solo fue acusado de robos y no de homicidio, por el momento, debido a un cambio en la ley estatal que requiere que los fiscales muestren más pruebas de que el sospechoso sabía que matar era parte del plan y que actuó de una manera que mostraba una indiferencia imprudente. a la vida de las víctimas, dijo el Fiscal de Distrito del Condado de Orange, Todd Spitzer, el lunes en una conferencia de prensa.
Ambos acusados comparecieron la mañana de este martes ante el tribunal en Santa Ana, pero su lectura de cargos se retrasó hasta el 18 de agosto. Patt está bajo arresto sin derecho a fianza, mientras que a Payne se le fijó en $100,000 dólares.
Patt y Payne fueron arrestados el viernes cerca de Normandie Avenue, en el sur de Los Ángeles.
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La policía dijo que Patt es el principal sospechoso que se ve en las fotos de videos de vigilancia.
No está del todo claro cómo están conectados Patt y Payne, pero son vecinos en Los Ángeles y han tenido una relación duradera, según las autoridades.
Supuestamente, Payne era el conductor en los asaltos, pero Patt también es acusado de robarle un vehículo a una víctima para llegar al auto de escape que conducía Payne.
Según Spitzer, los crímenes presuntamente cometidos por Patt comenzaron el 9 de julio con el homicidio de un vagabundo en la cuadra 16100 de Parthenia Street, cerca de Woodley Avenue, en North Hills, y fue cometido a unas 200 yardas de una tienda 7-Eleven que fue robada ese mismo día.
Las autoridades dijeron que el 11 de julio, los robos y tiroteos en tiendas 7-Eleven comenzaron en Ontario, Condado de San Bernardino.
La policía dijo que poco después de la medianoche robaron el 7-Eleven en 636 N. Vine Ave. El sospechoso asaltó la tienda con una pistola, pero no hubo disparos y nadie resultó herido.
A las 12:37 a.m. fue robada la tienda 7-Eleven en 2410 W. Arrow Route, en Upland. El sospechoso robó varios artículos y entre $400 y $500 dólares en efectivo. No hubo disparos.
A la 1:50 a.m., un hombre armado asaltó la tienda 7-Eleven en 5102 La Sierra Avenue, en Riverside. En ese robo el sospechoso le disparó a un cliente, que fue hospitalizado en condición grave.
Minutos después de las 3 a.m., la tienda Yum Yum Donuts en 2441 N. Tustin Street, en Santa Ana, fue robada.
A las 3:23 a.m., Matthew Rule, de 24 años, murió de un balazo afuera de la tienda 7-Eleven en 302 E. 17th Street, en Santa Ana.
Los oficiales encontraron a Rule en el estacionamiento con una herida de bala en la parte superior del cuerpo y falleció en el lugar del tiroteo.
El jefe del Departamento de Policía de Santa Ana, David Valentin, dijo que Rule no era el objetivo principal del tirador. El atacante apuntaba a otra persona, pero Rule se involucró y recibió el disparo.
La policía de Brea dijo que respondió a las 4:17 a.m. a la tienda 7-Eleven en 109 W. Lambert Road y encontraron a un empleado de la tienda que recibió un disparo en lo que se determinó como un robo. El empleado fue identificado como Matthew Hirsch, de 40 años, quien murió en el lugar.
A las 4:55 a.m., la tienda 7-Eleven en 381 E. Whittier Boulevard, en La Habra, fue asaltada y dos personas fueron baleadas. Ambas víctimas, un empleado y un cliente, fueron llevadas a un hospital y se esperaba que sobrevivieran a sus heridas.
Según las imágenes de vigilancia, la policía dijo que pudo vincular al mismo sospechoso con todos los robos.
Los casos en Santa Ana, Brea y La Habra serán procesados en el Condado de Orange.
Los robos que ocurrieron en Ontario y Upland serán procesados en el condado de San Bernardino, dijo Spitzer.
La Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Orange procesará el tiroteo en el 7-Eleven en Riverside si la víctima muere, pero en caso de que sobreviva será procesado en el Condado de Riverside.
El presidente de la junta del Condado de Orange, Doug Chaffee, dijo que los funcionarios del condado estaban discutiendo una recompensa, pero la aplicación de la ley fue tan eficiente que no tuvieron la oportunidad de hacerlo, por lo que usarán al menos $100,000 para apoyar a las víctimas de los ataques.
La empresa 7-Eleven ofreció la semana pasada una recompensa de $100,000 dólares por información que ayudara a identificar y arrestar al sospechoso de los robos y tiroteos. Hasta el momento no se sabe si alguien es elegible para reclamar la recompensa.
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