Padre de Oregón asesinado a tiros porque accidentalmente salpicó líquido limpiaparabrisas en un BMW que pasaba
Dennis Anderson viajaba de regreso a casa junto a su pareja Brandy Goldsbury, cuando un conductor de un BMW Serie 3 se molestó porque salpicaron su parabrisas e intentó sacarlos de la carretera antes de disparar mortalmente al conductor
El conductor de un BMW se molestó porque el liquido limpiaparabrisas de Anderson salpicó su auto. Crédito: FRANK RUMPENHORST | AFP / Getty Images
Un padre de Oregón con dos hijos fue asesinado a tiros en un presunto incidente de ira en la carretera la semana pasada después de que accidentalmente salpicó líquido limpiaparabrisas en un BMW que pasaba, según su compañera.
Dennis Anderson, de 45 años, y Brandy Goldsbury, de 46, viajaban desde la playa de Lincoln City en la costa de Oregón de regreso a su casa en Tigard alrededor de las 8:30 p.m. el 13 de julio cuando vieron un BMW Serie 3 negro tratando de adelantarlos, según informó el diario The Oregonian.
Goldsbury le dijo al periódico que su pareja roció líquido limpiaparabrisas en su automóvil y que parte del líquido pudo haber caído en el BMW.
“Yo estaba como, ‘Ignóralo, solo está teniendo un mal día'”, recordó haberle dicho a Anderson sobre el otro automovilista.
El BMW se alejó a toda velocidad, pero unas millas más tarde, en un área de descanso cerca de Otis, dijo Goldsbury, ella y su pareja vieron el mismo automóvil estacionado al costado de la carretera.
Anderson condujo junto al BMW, que luego comenzó a seguirlo, según Goldsbury, conduciendo cerca de la parte trasera de su automóvil como si intentara golpearlo.
“Y luego entraba en el tráfico que se aproximaba y se desviaba hacia nosotros, como si tratara de empujarnos hacia un lado del bosque”, recordó.
Después de varios intentos aparentes de sacar a Anderson de la carretera, dijo Goldsbury, ella le dijo que se detuviera y llamara al 911 para pedir ayuda, lo que hizo mientras salía del vehículo.
Fue entonces cuando el conductor del BMW se detuvo paralelo a ellos y abrió fuego contra su automóvil, dijo Goldsbury.
“Lo último que (Anderson) dijo fue: ‘Oh, Dios mío, me dispararon’”, dijo Goldsbury, quien se desabrochó el cinturón de seguridad y salió del auto para buscar ayuda.
“Para cuando llegué a él, le salía sangre de la boca”, dijo sobre su compañero herido de muerte.
Ella dijo que un buen samaritano que se detuvo para ayudar le hizo resucitación cardio pulmonar a Anderson y no se detuvo hasta que llegaron los paramédicos.
A pesar de todos los esfuerzos para salvar su vida, Anderson fue declarado muerto en la escena. Para entonces, el conductor del BMW se había dado a la fuga.
La Policía Estatal de Oregón, que está investigando el tiroteo fatal, dijo que el presunto pistolero es un hombre bajo de unos 20 años, de contextura mediana y cabello oscuro.
Hasta la madrugada del jueves, no se han realizado arrestos.
A Anderson le sobreviven su pareja, sus dos hijas adolescentes y un hijastro adulto.
Goldsbury conoció a Anderson en línea mientras vivía en Massachusetts.
La pareja dirigía una empresa de jabones juntos, y el hombre también trabajaba a tiempo parcial como repartidor de pizzas para mantener a su familia después de dejar un trabajo en una farmacia para pasar más tiempo con sus hijos.
“Un hombre amable y divertido que no quería nada más que hacer reír a los demás”, dice la descripción de una campaña de GoFundMe que se lanzó en nombre de Goldsbury y sus hijos.
“Brandy lo describe como un padre comprometido y dedicado que amaba a sus hijos por encima de todo”.
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