El adiós de Allyson Felix, la diosa del atletismo que todos deberíamos conocer
La atleta estadounidense ganó más medallas que nadie en los campeonatos mundiales de atletismo. Tiene 11 medallas olímpicas. Pero además, ha sido una activista por los derechos de las mujeres fuera y dentro del deporte
“Es difícil imaginar cómo será el deporte sin ella“. Con estas palabras, la columnista deportiva de la BBC Miriam Walker-Khan resumió la carrera deportiva de Allyson Felix, quien se acaba de retirar del deporte profesional.
Felix ha ganado más medallas olímpicas que ningún otro atleta estadounidense de pista y campo en la historia, y siete de las 11 que se ha llevado a casa son de oro.
También, ganó más medallas que nadie en campeonatos mundiales de atletismo: 19 en cinco pruebas, 13 de ellas doradas.
“Su estilo de correr como una gacela se ha impuesto en los escenarios más grandes una y otra vez para consolidar su lugar en los libros de historia”, escribió Walker-Khan, y recordó algunas de las grandes rivales que la enfrentaron:
“Sus logros son increíbles, pero son aún más impresionantes si se tiene en cuenta el calibre de las personas con las que ha competido, como Merlene Ottey, Sanya Richards-Ross, Christine Arron, Carmelita Jeter, Shelly-Ann Fraser-Pryce y Elaine Thompson-Herah”.
Sin embargo, como dice la columnista de la BBC, Allyson Felix es algo más que una atleta, es algo así como una leyenda…
“En cuanto a las carreras deportivas, no hay nada mejor que las de Felix, y fuera de la pista también ha conseguido algunos logros importantes, con su activismo que demuestra que hablar puede provocar un cambio real y tangible”, escribió Walker-Khan.
Una carrera asombrosa
Cuando Felix se clasificó por primera vez para el Campeonato Mundial, Hey Ya! de Outkast encabezaba las listas de éxitos musicales y en el cine se estrenaba “Buscando a Nemo”.
Era el año 2003 y con 17 años terminó segunda en los 200 metros en las pruebas del equipo estadounidense, lo que le concedió un lugar en una de las citas más importantes del atletismo.
A los 18 años, ganó su primera medalla olímpica -la plata en los 200 metros lisos en Atenas- por detrás de la jamaiquina Veronica Campbell, estableciendo un récord mundial junior de 22,18 segundos.
Un año después, se convirtió en la campeona mundial más joven de la historia al ganar los 200 metros en Helsinki, un título que retendría dos años más tarde en Osaka.
Su primera medalla de oro olímpica llegaría en los juegos de Pekín de 2008, en las pruebas de relevo de 400 metros.
Su primer oro olímpico individual sería en su especialidad, los 200 metros, en Londres 2012, donde obtuvo otras dos medallas doradas en relevos de 4×100 y 4×400.
“Todos estamos familiarizados -quizás demasiado- con el término GOAT en el deporte (“greatest of all times”, el mejor de todos los tiempos), pero Felix es realmente una de las mejores atletas que hemos visto. Pero no es sólo lo que ha hecho en la pista lo que la hace grande”, opinó Walker-Khan.
El susto de su vida
A fines 2018, en pleno embarazo, Allyson Felix corrió peligro.
Un diagnóstico de preeclamsia, que ponía en riesgo tanto su vida como la de la bebé, la obligó a dar a luz a Camryn ocho semanas antes de lo previsto.
La hija de la atleta nació en noviembre pesando un kilo y 55 gramos. Tuvo que pasar su primer mes en la unidad de cuidados intensivos.
“Después de vivir los dos días más aterradores de mi vida, aprendí que mi historia no era tan poco común. Había otras como yo, igual que yo… negras como yo, sanas como yo y haciendo todo lo posible, igual que yo. Y también se enfrentaban a la muerte como yo”.
La preeclampsia tiene una prevalencia desproporcionada entre las mujeres afroamericanas en EE.UU. y la experiencia de un parto tan riesgoso inspiró a Felix a concientizar sobre la mortalidad materna. En 2019, habló en el Congreso de su país:
“Tenemos que ofrecer a las mujeres negras más apoyo durante sus embarazos. Hay un nivel de sesgo racial dentro de nuestro sistema sanitario que es preocupante y será difícil de abordar, pero eso no significa que no debamos hacerlo”.
Tras ser madre, su patrocinador, Nike, le informó que le iba a pagar un 70% menos. Con la misma fuerza con que había enfrentado las dificultades del parto, la atleta publicó un artículo de opinión para el New York Times:
“Siempre he sabido que expresarme podría perjudicar mi carrera… pero no se puede cambiar nada con el silencio”, escribió.
“Si tenemos hijos, nos arriesgamos a que nuestros patrocinadores nos recorten el sueldo durante el embarazo y después. Es un ejemplo de una industria deportiva en la que las reglas siguen estando hechas mayoritariamente por y para los hombres”.
Tres meses después, Nike cambió su postura. En una carta compartida por Felix por sus redes sociales, la empresa se compromete a “no aplicar ninguna reducción vinculada con el desempeño” en caso de que una atleta quede embarazada.
Tras separarse de Nike, Felix lanzó su propia empresa de calzado.
Y sigue luchando por los derechos de las madres. Esta temporada se asoció con su nuevo patrocinador y con una organización sin ánimo de lucro para ofrecer guarderías gratuitas a atletas, entrenadores y otros participantes durante las pruebas de EE.UU. de 2022.
“Intento dejar el deporte mejor de lo que lo encontré, intentando apoyar a las atletas y a las mujeres en general y luchar por más igualdad”, dijo.
Las últimas medallas
Tras su experiencia con la preeclampsia, Felix declaró a la revista Time que recordaba haber pensado: “No sé si voy a volver. No sé si podré”.
Pero menos de un año después de dar a luz, se convirtió en la atleta más exitosa de la historia de los campeonatos mundiales al ganar dos oros en relevos en Doha.
En 2021 volvió a demostrar que los escépticos estaban equivocados.
Tras un año difícil en el que le costó encontrar pistas para entrenar debido a la pandemia de coronavirus, Felix, de 35 años, se clasificó para la final olímpica de 400 metros en Tokio, pero fue la segunda más lenta en hacerlo.
Cualquiera que se atreviera a dudar de ella pronto quedó silenciado al llegar a la meta en tercer lugar, ganando una décima medalla olímpica, antes de añadir una undécima en el relevo.
Se despidió este 2022 ante su público en Eugene, Oregón, ganando el bronce en el relevo mixto de 4×400 metros.
“Fue una noche que recordaré con mucho cariño. He tenido muy buenos recuerdos”, dijo.
“Sé que ha llegado el momento y que estos chicos lo llevarán a cabo en el futuro. Estoy en paz al entrar en esta nueva etapa y tengo una enorme gratitud por este deporte”.
Pero al anunciar su retirada en Instagram, dejó claro que sus días en la pista de atletismo tenían un final, pero que su activismo estaba lejos de terminar.
“Esta temporada me presento por las mujeres. Me presento por un futuro mejor para mi hija. Me presento por ti. Habrá más información al respecto, así que permanezcan atentos, pero compartiré una serie de anuncios que espero que hagan el mundo mejor para las mujeres”.
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