Dos hermanos ganan medio millón de dólares con un raspadito y deciden ayudar a su papá

A una familia de Kentucky la suerte le sonrió y ahora es medio millón de dólares más rica, luego de que ganó el premio mayor en un raspadito de la lotería la semana pasada.

Los hermanos William Hicks Jr. y Stephen Hicks acostumbraban comprar boletos de raspadito cada viernes en una estación de gasolina Speedway, ubicada en Alexandria Pike.

La semana pasada se detuvieron como cada viernes en la gasolinera para comprar un boleto de raspadito y probar suerte.

Según cuentan, su costumbre era que cada uno de los hermanos raspaba una de las opciones para repartir la suerte.

“Stephen me dice de repente que habíamos ganado $500,000, pero supuse que lo estaba viendo mal. Debimos haberlo mirado 40 veces y pedí que me pellizcaran un par de veces”, relató William sobre el momento en el que supieron que habían ganado.

Además de William y Stephen, la familia Hick está conformada por su padre, William Hicks, quien tiene un negocio de reparación de puertas de garaje en el que también trabajan sus hijos, y la madre de los jóvenes.

Los tres se vieron involucrados en lo que llamaron un “asunto de familia” cuando se percataron que eran $500,000 dólares más ricos que una semana antes, gracias al raspadito que habían comprado.

“Papá, no vas a creer esto. Acabamos de ganar medio millón de dólares”, le dijo William a su padre en una llamada telefónica luego de percatarse de que habían atinado al premio gordo.

Pero según el joven, su padre no le creyó, por lo que tuvo que pasar varios minutos tratando de convencerlo de que ahora eran medio millón de dólares más ricos.

Para sorpresa del señor Hicks, sus hijos decidieron repartir el premio con él, con lo que cada uno recibió un cheque por $118,333 mil dólares, luego de impuestos.

Qué decidieron hacer con su dinero

Tras asegurarse de que el raspadito era ganador, de inmediato los tres integrantes de la familia Hicks comenzaron a pensar qué harían con su nueva fortuna.

Según el padre de la familia, su hijo William de inmediato pensó en destinar su parte del dinero para ayudar a otras personas.

Mientras que Stephen aseguró que se compraría una camioneta, luego de que unos días antes de que ganaran la lotería solo pudo comprar una llanta nueva para su viejo camión.

William decidió ayudar a su mamá pagando su hipoteca y destinar otra parte del dinero a ayudar a su abuela, aseguraron funcionarios de la lotería de Kentucky no identificados.

Finalmente, el padre de la familia dijo que buscaría comprar una propiedad que había estado alquilando en una casa de campo.

Pero no fueron los únicos que resultaron beneficiados, pues la gasolinera Speedway que vendió el boleto ganador, recibió un bono de $5,000 dólares.

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