Para proteger a niños prohíben campamentos de desamparados alrededor de escuelas en LA
Los opositores alegan que no resuelve el problema del desamparo, y que multiplicará los asentamientos en las banquetas
En medio de fieras protestas e interrupciones de los defensores de las personas sin hogar, la mayoría de los miembros del Concejo de Los Ángeles votó a favor de prohibir los campamentos de desamparados a 500 pies de las escuelas y centros de cuidado infantil.
“Lo escuché fuerte y claro de padres, maestros, estudiantes y administradores de escuelas no solo de mi distrito sino de toda la ciudad quienes me expresaron su preocupación por la seguridad de los niños al ir a las escuelas”, dijo el concejal Joe Buscaino, autor de la ordenanza.
“Esto es un asunto de restaurar el orden y la seguridad en las escuelas y guarderías, los más preciados sitios que tenemos en la ciudad de Los Ángeles”.
Dijo que los niños ya están traumatizados por los problemas económicos y sociales, por lo que no deberían ser expuestos a actos sexuales, al uso de drogas y comportamientos psicóticos.
“Esto está ocurriendo al lado de los patios de las escuelas”.
El concejal Buscaino reconoció al nuevo superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles, Alberto M. Carvalho por tener las agallas para demandar acción en este tema.
“Si desean ver qué tan útil y efectiva ha sido esta prohibición, vayan a mi distrito. En realidad hemos salvado vidas para garantizar que las personas tengan la opción de tomar una cama disponible; y si no quieren ayuda, deben moverse”.
Agregó que esta ordenanza se la debían a los residentes, escuelas y negocios, y a las propias personas sin hogar.
El Concejo aprobó la medida con 11 votos a favor y tres en contra, de los concejales Mike Bonin, Nithya Raman y Marqueece Harris Dawson.
Los oponentes anticiparon que la ordenanza provocará que el número de campamentos crezca 10 veces más, de 200 a 2,000.
La concejal Raman, quien votó en contra, dijo que es madre de gemelos de seis años que estudian en LAUSD y caminan a la escuela todas las mañanas.
“Pienso en su seguridad todo el tiempo, es un tema que me preocupa profundamente. Ha pasado casi un año desde que se aprobó la versión más limitada de esta ordenanza contra los campamentos”.
Señaló que la mayoría de los campamentos en zonas prohibidas se han movido 500 pies por la calle; o no se han movido en absoluto, porque no tenemos camas de refugio ni viviendas para ofrecer a las personas.
“Sin camas de refugio ni vivienda, estamos mintiendo a nuestros electores sobre cuáles serán los impactos de esta ley”.
Expuso que el voto se trata de proteger a todos los electores con mejores políticas, en lugar de hacer promesas que la ciudad simplemente no puede cumplir.
“Necesitamos trabajar hacia soluciones reales respaldadas por recursos reales que resulten en un cambio duradero en nuestras calles”.
Kenneth Mejia, candidato a contralor del estado, quien se opone a la medida, dijo que limitará el 20% de las banquetas de la ciudad a los campamentos de desamparados.
En un comunicado, la organización People Assisting the Homeless, declaró que las ordenanzas anticampamentos, solo desplazan gente y hace aún más difícil para los trabajadores de alcance entrenados, ganarse su confianza.
“A menos que se les conecte con vivienda permanente estable a través de un proceso de manejo de casos de trauma, los residentes de los campamentos levantados, regresan con frecuencia al desamparo en las calles”.
Algunas de las críticas se dieron porque la prohibición no va acompañada de la ampliación de los servicios y la vivienda para los desamparados.
El LAUSD tiene 750 escuelas en la ciudad de Los Ángeles, mientras que cerca de 120 tiene campamentos de personas sin hogar cerca de sus planteles.
El concejal Mitch O’Farrell dijo que su oficina está financiando el aumento de servicios para los sin hogar porque la meta es que todos tengan un techo.
“Definitivamente ésta no es una medida a favor de resolver el desamparo. Nunca lo ha sido. Es acerca de proteger a los niños. Siempre fui a escuelas públicas y mis padres nunca se preocuparon cuando mis hermanos y yo nos íbamos caminando a la escuela”.
Enfatizó que es obligación de los líderes electos, proteger a los niños; al mismo tiempo que buscan más soluciones de vivienda para la población sin techo. “Podemos hacer las dos cosas”.
Además de las escuelas y guarderías, la ordenanza de la ciudad también prohíbe los campamentos de desamparados así como dormir en hasta 500 pies de un paso elevado, paso subterráneo, rampa de autopista, túnel, puente, puente peatonal, metro, estuario, fincas, vía férrea; o colocar tiendas de campaña en sitios donde no se permita el paso.
Pero además queda prohibido establecerse hasta a 1,000 pies de una instalación abierta después del 1 de enero de 2018, que brinda refugio, lugares seguros para dormir, estacionamiento seguro o centros de navegación para personas sin hogar.
La ordenanza permite que la ciudad evite los campamentos por un período de no más de un año en áreas que se consideran una amenaza continua para la salud o la seguridad pública, incluso debido a muerte o lesiones corporales graves de cualquier persona en el lugar debido a una condición peligrosa.
Asimismo por causa de delitos graves o violentos repetidos o amenazas de delitos graves o violentos, incluida la trata de personas, e incendios en el lugar.
Las personas que violen la ordenanza se enfrentan a una infracción o multa.
Mayra Todd, una madre de familia que vive en Van Nuys, aplaudió la medida porque dijo que muchas de las personas sin hogar, tienen problemas mentales y de adicción; y por su misma condición, no aceptan ninguna regla.
“Lo que sucede cuando se ponen alrededor de las escuelas, es que por sus mismos problemas mentales, se quitan la ropa, andan drogados y son un peligro para los menores”.
Sin embargo, señaló que los concejales al mismo tiempo que prohiben los campamentos alrededor de las escuelas, deben enfocarse en buscar soluciones permanentes para ayudar a los desamparados a resolver sus problemas de adicción y salud mental.
“Ellos necesitan más centros para ayudarlos con sus problemas de salud mental; y también las autoridades necesitan comprar algunos de los muchos edificios vacíos y abandonados que hay en Los Ángeles; y crear ahí vivienda para ellos”.