Mujer ayudó a su hijo a salir de la cárcel y él la asesinó en Puebla

El amor de madre es muy grande, busca lo mejor para sus hijos sin importar que ellos estén en el camino equivocado. Así lo demostró Miriam, una mujer de 45 años que viajó de Veracruz a Puebla para ayudar a su hijo a salir de la cárcel, acto que le valió la muerte.

Tras abandonar la prisión donde permaneció acusado de posesión de drogas, José Hugo “N” asesinó a su madre y a su exnovia, de 24 años. Ambas fueron encontradas atadas de pies y manos, con signos de haber sido golpeadas y degolladas.

De acuerdo con medios locales José Hugo tiene un hijo con su expareja, y aunque no vivían juntos la joven lo visitaba frecuentemente.

De acuerdo a la carpeta de investigación, integrada por el delito de homicidio por la Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla, una de las víctimas, madre del presunto asesino, vivía en Veracruz, donde tenía un inmueble, además era dueña de una propiedad en Puebla, la cual era habitada por sus dos hijos.

Otro de los hijos de Miriam fue quien descubrió los cuerpos de su madre y su excuñada, la noche del 17 de agosto. Después del terrible hallazgo llamó a emergencias, por lo que se registró una intensa movilización policíaca, e incluso personal del Ejército mexicano acudió al lugar del crimen.

Paramédicos de la Cruz Roja llegaron al sitio y revisaron a las mujeres pero ya no contaban con signos vitales.

Aparentemente José Hugo no actuó solo, pues según reportes de las autoridades lo hizo en complicidad de un hombre apodado “El Chino”, quien presuntamente se dedicaba al narcomenudeo, además de relacionarse con las víctimas y el exconvicto debido a que rentaba la planta baja de la propiedad en Puebla.

Al parecer “El Chino” usaba el inmueble para guardar maquinitas, sin embargo, autoridades presumen que el lugar era utilizado como una fachada de un centro de distribución de drogas en la modalidad de narcomenudeo.

Miriam supo que su hijo tenía problemas con “El Chino”, supuestamente por una deuda que adquirió al comprarle narcóticos, por lo que aprovecharía su estancia en Puebla para pedirle a su inquilino que desocupara el lugar. Tanto José Hugo como “El Chino” se encuentran prófugos.

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