Paciente terminal celebra su boda al interior de un hospital en Houston
Al enterarse de que moriría solo pidió cumplir con el deseo de casarse
Luego de conocer que se encontraba desahuciado y con pocos días de vida, Noah Lathrop, paciente del Baylor St. Luke’s Medical Center les dio a conocer a los médicos que lo atendían su deseo de casarse como última voluntad.
Fue así como, su prometida y el personal del nosocomio se encargaron de organizar una boda relámpago en menos de 48 horas.
El paciente fue diagnosticado con cáncer de colon terminal, así que le propuso matrimonio a Jade Barba, mujer con quien desde hacía un par de años sostenía una relación sentimental.
La ceremonia se efectuó en la capilla del Centro Médico Baylor St. Luke y parte de la organización corrió a cargo del equipo del Dan L. Duncan Comprehensive Cancer Center.
Portando un elegante esmoquin con un boutonniere en la solapa y desde su cama de hospital, Noah intercambió votos con una orgullosa mujer vestida de novia que sollozó al momento de aceptar convertirse en la esposa de un moribundo, pero sobre todo al repetir que amaría a su esposo en la salud y la enfermedad.
Segundos después, al darse el beso con el cual quedaba sellado su compromiso, a la pareja se le llenaran los ojos de lágrimas, pero el deseo de permanecer unidos quedó cumplido.
“Tuvimos la oportunidad de casarnos, lo cual no pensé que sucedería a tiempo. Significa mucho”, señaló el hombre de 40 años quien aseguró al arrancar el año, antes de someterse a quimioterapia, le propuso a su chica casarse.
Emotiva ceremonia
La ceremonia fue transmitida por Zoom y ello permitió que familiares y amigos de la pareja los acompañaran de manera virtual desde California, Oregón y Utah.
Sin embargo, Noah y jade en todo momento contaron con el apoyo de cerca de 20 personas del Centro Médico Baylor St. Luke.
De acuerdo con el doctor Charu Agrawal, jefe de servicios de cuidados paliativos del cáncer del hospital, reconoció que el pronóstico de Noah obligó a que la boda se realizara rápidamente.
Así que el propio médico envió un correo electrónico a sus colegas, quienes rápidamente aportaron todo lo necesario para la ceremonia.
HEB y la Sociedad Estadounidense del Cáncer donaron pasteles de boda, Men’s Warehouse el esmoquin y una pareja que solía ser propietaria de una tienda de novias aportó el vestido.
Incluso en la ceremonia se contó con un pianista, un maquillista y hasta un pintor que realizó un retrato de la pareja.
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