Fiebre del valle: Enfermedad que se puede contraer por respirar el aire en los valles de California
Condiciones cálidas y secas favorecen la presencia del hongo Coccidioides, que ocasiona la fiebre del valle, una enfermedad que va en aumento en el oeste de los Estados Unidos debido al cambio climático
La fiebre del valle, una enfermedad que las personas pueden adquirir tan sólo por respirar el aire en regiones cálidas y secas en los valles del centro de California.
Residentes en estas regiones han presentado en años recientes síntomas como dolores de cabeza intensos que los médicos diagnosticaban erróneamente como infecciones de los senos paranasales o dolores de cabeza en racimo.
Después de varios estudios médicos, a un residente de la localidad de Bakersfield, capital del Condado de Kern, los especialistas le diagnosticaron que la meningitis que padecía era causada por la fiebre del valle, enfermedad causada por el Coccidioides, un hongo endémico que se presenta en el suroeste de los Estados Unidos.
“Tomó todo, mi salud. Tuvo un gran impacto en mi familia. Perdimos todo, toda nuestra seguridad financiera, nuestra jubilación”, dijo el residente de Bakersfield, Rob Purdie, a The Guardian.
Enfermedad que no afecta a todas las personas
Purdie se encuentra entre el pequeño porcentaje de personas que presentan reacciones graves por la fiebre del valle, una enfermedad que la mayoría de las personas no contraen después de la exposición al hongo y muy pocas tienen síntomas graves. Sin embargo, para quienes padecen los síntomas crónicos, la fiebre del valle puede ser devastadora.
La enfermedad va en aumento en el Valle Central de California, y los especialistas apuntan a que en el futuro los casos podrían aumentar en el oeste de los Estados Unidos a medida de que la crisis climática hace que el paisaje sea más cálido y seco.
En el Condado de Kern, al norte de Los Ángeles, se reportó un aumento sustancial de fiebre del valle durante la última década. En 2014 se documentaron 1,000 casos, mientras que en 2021 la cifra se incrementó a más de 3,000, de acuerdo con datos de salud pública.
Las condiciones cálidas y secas que proporciona el suroeste de los Estados Unidos permite sobrevivir al hongo que causa la fiebre del valle.
“Gran partes del oeste de los Estados Unidos ya está muy seco. Cuando observamos las proyecciones del cambio climático, se espera que la mitad occidental de los EE.UU. continúe siendo bastante seca y eso continuará apoyando la fiebre del valle”, expresó Morgan Gorris, científico del sistema terrestre en el Laboratorio Nacional de Los Álamos que ha estudiado la relación entre la crisis climática y la fiebre del valle o coccidioidomicosis.
La causa: un hongo
El hongo crece en la tierra como un filamento, el cual se segmenta, se rompe y se traslada por el aire pudiendo alcanzar distancias de hasta 75 millas. Las personas pueden quedar expuestas a la fiebre del valle al cavar en un suelo intacto o simplemente al respirar.
Se piensa que las personas que trabajan al aire libre son las que tienen mayor riesgo de contraer la fiebre del valle. En el verano pasado, siete bomberos que atendieron incendios alrededor de las montañas Tehachapi, al sureste de Bakersfield, presentaron enfermedades respiratorias, y tres de ellos fueron diagnosticados con fiebre del valle, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En 2019, en el país, principalmente en California y Arizona, se reportaron a los CDC cerca de 20,000 casos de fiebre del valle, con un promedio aproximado de 200 muertes asociadas a la enfermedad cada año entre 1999 y 2019.
De acuerdo con investigaciones de especialistas, la crisis climática podría expandir las áreas en que se encuentre la fiebre del valle. En un escenario de calentamiento climático con altas emisiones de gases de efecto invernadero, el área endémica de la fiebre del valle se podría expandir hacia el norte, alcanzando la frontera con Canadá para el año 2100.
En California, a medida que el clima cambia a períodos con lluvias más intensas y luego a estaciones secas posteriores, condiciones en las que prospera la fiebre del valle, podrían registrarse más casos.
En el caso de Purdie, eventualmente encontró un tratamiento adecuado a la fiebre del valle, con cuatro pastillas al día y medicamentos administrados directamente en su cerebro cada 16 semanas. Un tratamiento difícil que le provoca vómitos severos que casi le provocan desmayos.
Sin embargo, Purdie se ha convertido en un defensor de la concientización sobre al fiebre del valle y ha logrado volver a trabajar para el Valley Fever Institute como coordinador de desarrollo de programas y pacientes.
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