Ketanji Brown fue investida en presencia de Biden como la primera jueza afroamericana de la Corte Suprema
La primera jueza afroamericana de la Corte Suprema, Ketanji Brown Jackson, tomó posesión de su cargo el viernes
La jueza de la Corte Suprema, Ketanji Brown Jackson, tomó formalmente posesión de su cargo en el tribunal el viernes, haciendo historia como la primera mujer afroamericana en servir en la corte superior de Estados Unidos en una ceremonia a la que asistió el presidente Joe Biden.
Jackson, de 52 años, prestó juramento durante una ceremonia de investidura tradicional en la Corte Suprema en la que participaron los otros ocho jueces, así como el fiscal general Merrick Garland y la procuradora general Elizabeth Prelogar.
El presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden estuvieron presentes en el evento], junto con la vicepresidenta Kamala Harris y el segundo caballero Doug Emhoff y un gran contingente de luminarias legales de Washington, así como algunos legisladores.
“Tiene una mente legal brillante, está extraordinariamente cualificada y está haciendo historia hoy”, señaló Biden en Twitter, recordando que hasta la fecha ha nominado a 84 jueces federales y que ningún grupo de jueces ha sido “tan diverso”.
Su inclusión en la máxima corte no cambia la composición ideológica de esa institución, ya que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresistas, el tribunal está más inclinado a la derecha que nunca desde la década de 1930.
“Es un placer darte una cálida bienvenida”, le dijo el presidente del Supremo, John Roberts.
Brown Jackson, de 52 años, juró su cargo el pasado 30 de junio, justo cuando se hacía efectiva la salida de su antecesor, el juez Stephen Breyer, que decidió jubilarse.
Con su elección, Biden cumplió su promesa de nominar a una mujer afroamericana para ocupar un puesto en el Supremo, donde actualmente todo el bando progresista está ocupado por mujeres, mientras que en el republicano solo hay una.
Tras graduarse “cum laude” en la Universidad de Harvard, Brown Jackson desarrolló una carrera variada -incluso fue asistente de Breyer- y desde 2021 y hasta este pasado junio fue jueza en la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, considerado el segundo tribunal más importante del país y una plataforma para ascender al Supremo.
Los dos años que pasó como abogada de oficio para personas con pocos recursos la convierten en la primera jueza de la máxima corte con ese tipo de experiencia desde hace más de tres décadas.
“Su histórica nominación es un importante paso adelante hacia hacer que el Tribunal Supremo se parezca más a la nación en su conjunto”, apuntó el Comité Judicial del Senado cuando la letrada fue nominada.