Erik Ten Hag reveló el motivo por el cual Cristiano Ronaldo no jugó ni un minuto en la goleada ante el Manchester City
Erik Ten Hag no puso a Cristiano en ningún momento del partido ante Manchester City y CR7 solo lleva un partido de titular en lo que va de temporada
Cristiano Ronaldo no disputó ni un minuto en la terrible goleada 6-3 del Manchester City sobre el Manchester United en el duelo que Erling Haaland y Phil Foden anotaron 3 goles cada uno para sellar la goleada en la Premier League.
El portugués casi no ha visto minutos en el campeonato inglés y este domingo vio desde el banquillo como su equipo era goleado ante la aplanadora de Pep Guardiola.
Erik Ten Hag, entrenador del Manchester United, fue cuestionado sobre el porqué decidió no poner a jugar a CR7 al menos durante la segunda parte cuando estaban abajo en el marcador y sí prefirió poner a Anthony Martial.
“No lo hice jugar por respeto a su carrera deportiva. Otra cosa era la ventaja que podía traer Martial. Necesita los minutos pero no lo quiero señalar así”, destacó el neerlandés en un intento de mejorar su imagen ante su situación con el astro portugués que vive una de las etapas más difíciles de su carrera al no ver minutos.
Hasta la fecha, Ronaldo ha disputado seis partidos, solo uno como titular, sin ningún gol o asistencia en la Premier League. En la UEFA Europa League, el luso marcó un gol en la última fecha de penal ante el Sheriff Tiraspol.
El Manchester City demostró la infinita diferencia con la que supera al Manchester United, al que desbordó y arrolló con una autoridad tremenda, con la voracidad insaciable e incontenible de Erling Haaland y Phil Foden -ambos goleadores por partida triple, aparte de asistente dos veces el noruego.
Con la precisión de Kevin de Bruyne y con el fútbol de un equipo imponente, al acecho de la cima del Arsenal, tras una exhibición rebajada en los últimos instantes con un doblete de Anthony Martial (6-3).
A la ‘máquina’ que dirige Pep Guardiola, aún un punto por detrás del líder, aún el único equipo invencible en esta temporada en la competición inglesa, le bastó un rato para noquear a su adversario con una secuencia de golpes imponentes, fruto de la superioridad que impuso desde el principio sobre su oponente, al que arrinconó, zarandeó y doblegó con una inapelable y expresiva contundencia.
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