Soldado mexicano vendió armas a narcotraficantes, según revela hackeo al ejército

Conforme se dan a conocer más documentos de los archivos hackeados a la Secretaría de la Defensa de México, surgen más detalles de la supuesta relación entre algunos elementos de las fuerzas del orden y la delincuencia organizada.

En esta ocasión se reveló la presunta venta de armas que un militar habría realizado a una organización criminal, que incluía varias granadas de fragmentación a un precio de 297 dólares cada una.

Una de estas transacciones se habría registrado el 31 de mayo de 2019 en el municipio de Atlacomulco, Estado de México y, al parecer, la organización criminal que compró dicho armamento habría sido La Familia Michoacana.

De acuerdo con los datos filtrados, el proveedor de armas y equipo táctico es otro presunto integrante del Ejército, a quien los criminales se refieren como “antiguo” y que, según el análisis de su señal telefónica, tiene su base en el Campo Militar No. 1 de la Ciudad de México.

Otro informe que data de junio de 2019, indica que el soldado que abastecía de armas a la célula delictiva es escolta de un mando militar al que los criminales llaman “nuevo Comandante”, y que tiene el rango de Coronel.

En las llamadas interceptadas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el militar informó a un líder del grupo delictivo que desde hacía dos semanas tenía un nuevo jefe y que formaba parte de su escolta. Además, describió a su superior como un Coronel originario de Tepalcatepec, Michoacán, “que gusta de dinero, bebida y le entra a todo”.

Las llamadas interceptadas refieren que un líder criminal le pidió al soldado “dos millares de municiones para fusil AK-47, cinco millares para R-15 y 50 cargadores de cada tipo de rifle”.

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