Sobreviviente a la pena de muerte demanda al estado de Alabama para evitar recibir una segunda inyección letal
Alan Eugene Miller argumenta que durante casi dos horas prácticamente fue torturado por el personal encargado de ejecutarlo
Alan Eugene Miller, de 57 años, fue condenado fue condenado a muerte después de ser declarado culpable de un alboroto registrado su lugar de trabajo, en 1999.
Lo grave del caso es que les quitó la vida tres personas: Terry Jarvis, Lee Holdbrooks y Scott Yancy.
Desde entonces, el sujeto de 351 libras, aguardaba la hora de su ejecución en una prisión de Alabama.
Luego de analizar su caso, se determinó que fecha programada sería el 22 de septiembre a las 10 de la noche y como método se eligió a la inyección letal.
No obstante, cuando todo estaba listo, los encargados de inocular al condenado, quien permanecía atado a una camilla, nunca pudieron encontrar una vena para ejecutarlo.
Durante más de una hora y media lo estuvieron picoteando sin éxito hasta cerca de la medianoche se dio la orden de posponer todo hasta nuevo aviso.
En el expediente elaborado sobre la frustrada ejecución se describe como el personal a cargo prácticamente torturó –física y mentalmente– a Miller durante un largo periodo mientras intentaba encontrar una vena. Por lo que fue pinchado con agujas en los brazos, piernas, pies y manos.
De esta manera, el prisionero se convirtió en el único sobreviviente de una ejecución y por ello, bajo el argumento de haber sido martirizado, decidió demandar al estado de Alabama para tratar de evitar ser programado para un segundo intento de ejecución.
“Miller sintió náuseas, desorientación, confusión y miedo de si lo iban a matar, y estaba profundamente perturbado por la vista de los empleados estatales que lo miraban en silencio desde la sala de observación mientras colgaba verticalmente de la camilla. La sangre goteaba de algunas de las heridas del Sr. Miller”, describe el informe sobre el cual se sustenta la demanda del recluso.
Previo al intento fallido de ejecución, el propio Alan Eugene Miller había solicitado morir por hipoxia de nitrógeno, un método de ejecución aparentemente más humano, pues un recluso sólo respira nitrógeno en lugar de oxígeno hasta perder la conciencia en cuestión de segundos. Sin embargo, dicho proceso de ejecución todavía no se realiza en Alabama.
A pesar de que el recluso libró su primer intento de ejecución, es muy remota la posibilidad de que reciba un indulto, pues la sentencia de las autoridades ya fue dada.
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