Jessica, la bebé que duró 58 horas en un pozo y sobrevivió
La mamá de Jessica McClure la dejó sola unos pocos minutos, pero suficientes como para que la pequeña Jessica cayera dentro de un pozo abandonado y quedase atrapada a casi siete metros de profundidad.
La tensión se convirtió en una explosión de alegría y un suspiro de alivio la noche del 16 de octubre cuando el paramédico Robert O'Donnel fue el primero en abrazar a Jessica, ya liberada. Crédito: BRENDAN SMIALOWSKI | AFP / Getty Images
El 16 de octubre de 1987, en un evento que tenía a los espectadores de todo el mundo pegados a sus televisores, Jessica McClure, de 18 meses, fue rescatada después de haber estado atrapada durante 58 horas en un pozo de agua abandonado en Midland, Texas.
El drama se desarrolló la mañana del 14 de octubre de 1987, cuando McClure cayó por la abertura de 25 centímetros de ancho de un pozo abandonado mientras jugaba con otros niños en el patio trasero de la guardería de su tía. Después de caer unos 7 metros en el pozo, la niña quedó atascada.
Durante los siguientes dos días y medio, equipos de rescatistas, expertos en minería y voluntarios locales trabajaron día y noche para perforar un pozo paralelo al que McClure estaba atrapado.
Luego excavaron un túnel horizontalmente a través de una roca densa para conectar los dos pozos. Se bajó un micrófono al pozo para vigilar a la niña, a quien se podía escuchar llorando, tarareando y cantando durante toda la prueba.
En la noche del 16 de octubre, los paramédicos sacaron del pozo a una bebé Jessica, vendada y cubierta de suciedad pero alerta, como se la conoció ampliamente. En ese momento, decenas de periodistas habían llegado a Midland, una ciudad petrolera del oeste de Texas, y el rescate se llevó a cabo por televisión en vivo ante una audiencia masiva.
Después de su rescate, McClure estuvo hospitalizada durante más de un mes y perdió un dedo del pie debido a la gangrena.
Ella y su familia recibieron regalos y tarjetas de felicitaciones, y recibieron la visita del vicepresidente George HW Bush y una llamada telefónica del presidente Ronald Reagan.
Una vez fuera del hospital, McClure pasó a llevar una vida normal, en gran parte fuera del centro de atención del público, se graduó de la escuela secundaria en 2004, se casó dos años después y se convirtió en madre.
En 2011, a la edad de 25 años, obtuvo acceso a un fondo fiduciario, supuestamente con un valor de al menos $ 800,000, que se estableció después de su rescate y se compuso de donaciones de personas de todo el mundo.
La vida resultó más desafiante para otros involucrados en la saga Baby Jessica: Los padres de McClure se divorciaron varios años después de su accidente, los rescatistas en Midland se pelearon por un posible acuerdo para una película de Hollywood y en 1995, un paramédico que desempeñó un papel clave para ayudar a salvar a McClure se suicidó, posiblemente como resultado de un trastorno de estrés postraumático.
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