La persecución y asesinato del fugitivo de “Pretty Boy” Floyd por parte del FBI
Charles “Pretty Boy” Floyd recibió un disparo de agentes del FBI en un campo de maíz en East Liverpool, Ohio, el 22 de agosto de 1934.
Al mudarse a Kansas City, Floyd se mezcló con la floreciente comunidad criminal de la ciudad. Crédito: MANDEL NGAN | AFP / Getty Images
Charles “Pretty Boy” Floyd había sido un fugitivo muy perseguido durante cuatro años y usó su último aliento para negar su participación en la infame Masacre de Kansas City, en la que cuatro oficiales fueron asesinados a tiros en una estación de tren.
Charles Floyd creció en un pequeño pueblo de Oklahoma, cuando se hizo imposible operar una pequeña granja en las condiciones de sequía de finales de la década de 1920, Floyd intentó robar un banco.
Pronto se encontró en una prisión de Missouri por robar una entrega de nómina de St. Louis. Después de obtener la libertad condicional en 1929, se enteró de que Jim Mills había matado a tiros a su padre. Dado que Mills, quien había sido absuelto de los cargos, nunca más se supo ni se volvió a ver, se creía que Floyd lo había matado.
Al mudarse a Kansas City, Floyd se mezcló con la floreciente comunidad criminal de la ciudad. Una prostituta local le dio a Floyd el apodo de “Niño Bonito”, que él odiaba.
Junto con un par de amigos que había conocido en prisión, robó varios bancos en Missouri y Ohio, pero finalmente lo atraparon en Ohio y lo sentenciaron a entre 12 y 15 años. De camino a la prisión, Floyd pateó una ventana y saltó del tren a toda velocidad. Llegó a Toledo, donde se relacionó con Bill “The Killer” Miller.
Los dos emprendieron una ola de crímenes en varios estados hasta que Miller murió en un tiroteo espectacular en Bowling Green, Ohio, en 1931.
Una vez que regresó a Kansas City, Floyd mató a un agente federal durante una redada y se convirtió en una figura criminal conocida a nivel nacional. Esta vez escapó a los bosques de Oklahoma. Los lugareños allí, tambaleándose por la Depresión, no estaban dispuestos a entregar a un nativo de Oklahoma por robar bancos.
Floyd se convirtió en una figura tipo Robin Hood, manteniéndose un paso por delante de la ley.
Sin embargo, no todos estaban tan enamorados de “Pretty Boy”, el gobernador de Oklahoma ofreció una recompensa de $6,000 por su cabeza.
El 17 de junio de 1933, cuando los agentes del orden fueron emboscados por un ataque con ametralladora en una estación de tren de Kansas City mientras transportaban al criminal Frank Nash a prisión, la notoriedad de Floyd creció aún más. Aunque no estaba claro si Floyd era el responsable o no, tanto el FBI como la prensa nacional atribuyeron el crimen a él.
Posteriormente, se intensificó la presión para capturar al ilustre fugitivo, y el FBI finalmente consiguió a su hombre en octubre de 1934.
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