Republicanos ya no quieren McConnell como su líder en el Senado

Algunos senadores han pedido que las elecciones internas de liderazgo del Partido Republicano se detengan, ya que primero quieren analizar qué sucedió en las elecciones intermedias que los votos no les favorecieron como ellos esperaban. Además de exponer los errores que ha cometido durante su mandato Mitch McConnell actual líder de la minoría a quien quieren derrocar.

En una carta enviada por los senadores Rick Scott de Florida, Ron Johnson de Wisconsin y Mike Lee de Utah, argumentaron que las elecciones deberían posponerse hasta que “discutan sobre por qué [al partido le fue mal] y qué podemos hacer para mejorar nuestras posibilidades en 2024”, detallaron.

Así mismo dan su apoyo a esa decisión el senador de Florida Marco Rubio y de Missouri Josh Hawley quienes lo manifestaron en sus redes sociales.

“No sé por qué el Partido Republicano del Senado llevaría a cabo una votación de liderazgo para el próximo Congreso antes de que termine esta elección”, escribió Hawley, quien ya dejó en claro que no respaldará a McConnell.

McConnell se postula para otro mandato como líder del Partido Republicano, una posición que ha ocupado por más tiempo que cualquier republicano en la historia de Estados Unidos. El mes pasado, declaró que tenía el apoyo para ganar.

El senador Rick Scott también ha insinuado que podría postularse como candidato para las elecciones de liderazgo porque es uno de los que ya desea que McConnell deje el cargo.

Es importante mencionar que McConnell no es del agrado de Donald Trump quien en constantes ocasiones lo ha insultado en público por no estar de acuerdo con sus decisiones y mucho menos cuando apoya legislaciones demócratas.

Muchas circunstancias se han juntado en contra del representante de Kentucky y aumentan los llamados dentro del partido para despedirlo.

Los republicanos de la Cámara están lidiando con la posibilidad de una mayoría pequeña y conflictiva el próximo año, ya que esperaban obtener 51 escaños después de que los candidatos republicanos perdieran en Pensilvania, Arizona y New Hampshire.