Un asesino en serie cruza la frontera para matar mujeres en Tijuana

Las autoridades siguen la pista al sospechoso para evitar más tragedias

Mujeres en la zona norte de Tijuana dicen temer por su vida.

Mujeres en la zona norte de Tijuana dicen temer por su vida.  Crédito: Impremedia

Camuflado entre más de 20,000 peatones que a diario cruzan la frontera por la garita de San Ysidro, un residente del sur de California camina unos dos kilómetros hasta la cerca zona de tolerancia en Tijuana para asesinar mujeres y volver a territorio estadunidense.

El fiscal general del estado de Baja California, Ricardo Carpio, informó que el sospechoso es residente del sur de California y además es ciudadano estadunidense, pero evitó identificarlo en detalle, pues dijo que le siguen la pista.

La averiguación de las autoridades indica que el hombre busca en la Zona Norte de Tijuana a mujeres que en sitios son muchos testigos, las engaña al invitarlas a cenar o a tomar unos tragos, las convence de ir a algún hotel y luego las mata e intenta deshacerse de sus cuerpos.

Carpio dijo que los actos del homicida siguen ese patrón por el que después de vincularlo con tres muertes de mujeres se le considera un asesino en serie.

El sujeto enfrenta también potenciales cargos por feminicidio, es decir, de asesinar a las víctimas porque eran mujeres.

Un experto en legislación mexicana dijo a La Opinión que el agravante de feminicidio enfrenta al sospechoso a sentencias de entre 20 y 50 años de prisión por cada una de las muertes.

El fiscal dijo que cuando sus investigadores encontraron el mismo modus operandi en las tres muertes y determinaron quién sería el sospechoso, el sujeto logró cruzar la frontera, pero Carpio prometió que lo van a detener.

“Hemos tomado las acciones necesarias de investigación para aspirar al esclarecimiento absoluto de casos que tienen que ver con feminicidios en este momento y que contamos con un mandamiento judicial de orden de aprehensión en contra de un individuo por el cual hemos tomado las estrategias para neutralizar su actividad en nuestra región”, dijo Carpio.

Eso significa que la fiscalía consiguió una orden de arresto del sospechoso para impedir más muertes.

Aunque el fiscal mencionó muy levemente que se coordina con autoridades estadounidenses, evitó profundizar en el tema.

Luis Palafox, el director de comunicaciones de la fiscalía, dijo a La Opinión que el fiscal quiso informar sobre el tema pero no abundar en detalles para evitar entorpecer la investigación.

Ni la policía de San Diego ni la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) respondieron a solicitudes de la prensa para confirmar su colaboraban en la averiguación con el estado de Baja California.

Mientras tanto en la Zona Norte de Tijuana, Isabel dijo temer por su seguridad.

“Cada vez que pasa esto, porque no es la primera vez que pasa, nos sentimos bien expuestas, vulnerables. Yo creo que cada una de nosotras hemos tenido a menudo el temor de que ya dentro de un cuarto, con un desconocido, nos pueda hacer algo, pero cuando pasa algo como esto, de que empiezan a matar mujeres, es peor”, explicó.

Una joven que dijo llamarse Teresa explicó que “cuando comienzan a pasar cosas así, me gustaría llevar algo en mi bolsa en un bolsillo de mi ropa para poder defenderme si me quisieran hasta matar, no solo pegar, pero sabes qué pasa, que si hay un problema y una tiene algo que quieran ver como un arma, aunque no lo sea, una sale perdiendo”.

Las dos mujeres dijeron por separado que la mayoría de sus clientes son estadounidenses o personas que viven en Tijuana pero trabajan en el sur de California, dijeron que ambos tipos de clientes las agreden eventualmente, pero son más severos quienes cruzan la frontera.

“A mí me parece que eso es porque no son de aquí, de Tijuana, que si cruzan la frontera, pues dónde los vas a encontrar”, dijo Isabel.

Hace apenas nueve meses la fiscalía informó sobre un asesino en serie que cruzaba la frontera para matar mujeres y había cometido tres homicidios, pero ahora la fiscalía se negó a confirmar si es el mismo caso.

Los familiares de Elizabeth Martínez Cigarroa informaron que la joven de 25 años de edad desapareció en 14 de febrero, cuando les avisó que iba con un acompañante estadounidense a un hotel para celebrar el día de San Valentín y que demoraría unas cuatro horas.

Pero la joven no volvió y su cuerpo fue encontrado tres días después en la cajuela de su propio vehículo en la Zona Norte de Tijuana.

Francisco Cigarroa, el hermano de la víctima, dijo que, según testigos, el sujeto que mató a su hermana y a otras dos mujeres antes de ella es el mismo sujeto que luego de cometer los homicidios regresa a pie a través de la frontera.

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