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Enseñan a estudiantes de kinder a meditar y relajarse para que aprendan a lidiar con el estrés

Los principales beneficios es que han aprendido a expresar sus sentimientos y manejar sus emociones, lo que repercute en un mejor aprendizaje

May L. Oey, directora fundadora de la escuela elemental Valor Academy enseña a respirar a los estudiantes. (Araceli Martínez/La Opinión)

May L. Oey, directora fundadora de la escuela elemental Valor Academy enseña a respirar a los estudiantes. (Araceli Martínez/La Opinión) Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia

Desde que Ruby Tejada de 8 años comenzó a tomar clases para aprender a meditar y relajarse bajo la filosofía Mindfulness en su escuela, su madre dice que la niña está más calmada y ha mejorado sus calificaciones.

“La ayudado mucho a identificar cómo se siente; y cuando pasa algo difícil y hay mucho estrés, respira profundo y cuenta hasta diez. Eso la prepara para manejar mejor un problema”, dice Perla Tejada, madre de Ruby, quien a sus 8 años cursa el segundo grado en la Escuela Elemental Valor Academy, una escuela charter pública que es parte de la red Bright Start Schools, localizada en la ciudad de Arleta, en el condado de Los Ángeles.

Perla dice que le gusta que la escuela les dé a los estudiantes este tipo de herramientas porque los capacitan para hacer frente a las situaciones que se les presenten.

“Cuando mi hija regreso a clases después de la pandemia, tenía mucha ansiedad. Ahora se siente más tranquila y feliz de venir a la escuela”. 

Lamentablemente – dice – que al menos 8 personas en su círculo de amigos fallecieron por covid.

“Así que las clases de actitud plena han ayudado a mi hija a encontrar paz interior”.

La directora de la Valor Academy Elementary School, May L. Oey, enseña a los estudiantes a respirar. (Araceli Martínez/La Opinión)
Crédito: Araceli Martinez | Impremedia

El estrés que trajo la pandemia, y ahora la inflación, llevó a la Valor Academy Elementary School a ofrecer momentos de conciencia plena para que los niños respiren y se relajen.

“En Valor Elementary, brindamos apoyo holístico a los estudiantes, que incluye atención plena y meditación, para que prosperen dentro y fuera del aula”, dice May L. Oey, directora de la escuela.

“Nos enfocamos no solo en los buenos resultados académicos, sino también en el bienestar general de nuestros estudiantes”, agrega.

Todos los días, después del recreo y el almuerzo, durante unos cinco minutos cada vez, en el aula de los estudiantes de jardín de infantes de 4 a 5 años, se bajan las luces del aula y se encienden los sonidos del océano, mientras que los niños se sientan en silencio en la alfombra.

Luego guiados por uno de sus compañeros de clase, respiran profundamente varias veces para relajarse; se estiran, mueven sus brazos y la cabeza y se acuestan al final de la sesión.

Las luces se encienden y comienzan las clases de nuevo.

La directora Oey precisa que tienen actualmente 380 estudiantes y la meta es llegar arriba de 470, entre 20 y 25 estudiantes por clase.

“Estamos en proceso de obtener nuevas instalaciones. Una vez que la tengamos, vamos a aumentar el número de niños ya que por ahora tenemos una lista de espera para niños de segundo, tercero y cuarto grado”.

Dice que realmente quieren enfocarse en dar a los niños lo que necesitan para tener éxito.

La directora de la Valor Academy Elementary School muestra la tabla de los estados de ánimo. (Araceli Martínez/La Opinión)
Crédito: Araceli Martínez Ortega | Impremedia

El 95% de los estudiantes de la escuela elemental Valor Academy son latinos y el 88% de las familias reciben almuerzos gratis o a precios reducidos.

La directora dice que no son una escuela tradicional enfocada en inglés, artes y matemáticas.

“Nos enfocamos realmente en un acercamiento holístico. Queremos asegurarnos que los niños estén social y emocionalmente en un buen lugar para que contribuyan y apoyen a sus familias”.

Dice que debido a lo que vieron durante la pandemia, además de proveerles salud mental y el acceso a consejeros, quieren enseñarle a los niños y sus familias habilidades para hacer las cosas de una manera saludable, para que cuando sean adultos continúen con eso.

“Los momentos de mindfulness que estamos ahora ofreciendo a los niños de kinder, que tienen 5 años, es para que identifiquen sus emociones, cuando necesitan tomar una pausa, y parar por un segundo, pensar en lo que están haciendo y luego ponerse en un mejor lugar”.

Pero precisa que esas habilidades de actitud  plena las han puesto en práctica con los niños de tercer y cuarto grado desde hace dos años, cuando regresaron a clases durante la pandemia.

“Vimos una mejoría en sus conexiones con sus familias y en su comportamiento, y pensamos que debíamos implementarlas en la escuela entera. Usamos el programa Ruler del Instituto Yale que registra sus sentimientos y emociones, les ayuda con estrategias para lidiar con ellas y no solo para apoyarlos a ellos sino para que ellos puedan ayudar a otros”.

La Esquina de la Tranquilidad de la Valor Academy Elementary School donde los niños se sientan a relajarse un rato. (Araceli Martínez/La Opinión)
Crédito: Araceli Martinez | Impremedia

La directora dice que los beneficios son maravillosos porque ven a los niños diciendo a sus padres que deben dar un paso a la vez y sobre la necesidad de hacer pausa para pensar cómo sus acciones ayudan o perjudican a sus compañeros, a su comunidad, su familia y al campus.

“Entonces tenemos un entorno más positivo para ellos y los demás”.

Dice que los padres les han hecho ver que sus hijos son más capaces ahora de manejar sus emociones y manejan mejor las situaciones que se les presentan a diario de una manera más saludable y calmada.

En términos académicos, dice que el mindfulness, ha sido muy útil porque los niños después de la pandemia se atrasaron mucho y la escuela estaba tratando de ponerlos al corriente lo más pronto posible.

“Pero queríamos asegurarnos que los estábamos apoyando emocionalmente también. Por tanto, hemos podido hacer más progreso académico porque hemos atendido la parte emocional”.

Resume diciendo que ante tantas enfermedades mentales y el estrés que hay, el propósito es hacer de la escuela un lugar donde los estudiantes se sientan seguros de ser escuchados y expresar cómo se sienten.

“Hemos logrado que los alumnos encuentren seguridad en los consejeros, en los maestros, en el aula, las oficinas y la escuela misma, para que en cualquier momento que se sientan tristes o lastimados, siempre tengan a alguien con quien acudir. Eso es realmente lo que hace que nuestra escuela sea especial”.

En la Valor Academy Elementary School enseñan a los niños cómo relajarse. (Araceli Martínez/La Opinión)

La consejera de tercero y cuarto grado, Lorena Uribe, dice que ella se encarga de apoyar a los estudiantes fuera del salón de clases cuando necesitan un poco más de apoyo. “Vienen a la oficina de consejería y hacemos algunas de las actividades de mindfulness. Aquí como en el salón de clases tenemos un medidor del estado de ánimo basado en colores que indican cómo se sienten los estudiantes”.

Por ejemplo, dice que si indican el color rojo, es que están un poco enojados o molestos; y cuando señalan el color amarillo es que están felices y emocionados.

“También damos a los padres el medidor del estado de ánimo para que los usen en su casa con sus hijos y con ellos mismos. Algunos nos han pedido llevarse varios de ellos para usarlos en su trabajo”.

La consejera de Valor Academy Elementary School, Lorena Uribe conforta a una de las estudiantes de kinder. (Araceli Martínez/La Opinión)
Crédito: Araceli Martinez | Impremedia

La maestra Ana Hagen, quien enseña el mindfulness a los niños del kinder, tiene en su salón de clases un espacio con una mesa, una silla y algunas herramientas a la que llama “La esquina de la tranquilidad”. 

“Cuando los niños vienen y me dicen que se sienten tristes, enojados o molestos, ya saben que me pueden pedir ir a la esquina de la tranquilidad porque necesitan unos minutos para relajarse y sentir cierto confort”.

En la pared de la esquina de la tranquilidad, los alumnos han colocado imágenes de sus familiares.

En esos minutos que los niños van a la esquina de la tranquilidad pueden dibujar o hacer lo que mejor les ayude para calmarse y regresar a sus actividades escolares.

Cuando algún niño se está portando mal, la maestra dice que tienen una conversación con el menor para escuchar porque se siente de esa manera y ayudarlo.

“Los beneficios que hemos visto con el mindfulness es que muchos niños han aprendido a regular e identificar sus emociones. Ahora dicen cosas como ‘me siento de esta manera y necesito respirar y dar una caminata. Necesito ir a la esquina de la tranquilidad’. Ahora conocen diferentes estrategias que les permiten tomar en sus propias manos cómo mejorar su estado de ánimo”.

Y dice que ha notado que están más tranquilos en el salón de clases, pueden expresar sus sentimientos y ayudar a sus amigos.

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