26 años después, una víctima denuncia abuso sexual en su escuela de Riverside

En un caso inesperado y después de 27 años, un ex consejero de una escuela del condado de Riverside fue arrestado el mes pasado por haber agredido sexualmente a una estudiante cuando tenía entre 10 y 14 años.

El sospechoso identificado como Rubén Rico Franco, de 62 años, fue arrestado el primero de diciembre en San Diego por haber agredido sexualmente a la víctima —cuya identidad no ha sido revelada— cuando él trabajaba en la escuela Banning entre los años 1995 a 1999.

De acuerdo a las autoridades en diciembre del 2021, la víctima hizo un reporte en el Departamento de Policía de Banning y el mes pasado, el sospechoso fue arrestado sin problemas.

Actualmente Rico Franco se encuentra en el Centro Correccional Smith, en la Ciudad de Banning, y está detenido con una fianza de dos millones de dólares. Enfrenta varios cargos, incluyendo el tener relaciones sexuales con niños menores de 10 años, cópula oral o relaciones sexuales con niños menores de 10 y 14 años, tres cargos de acto lascivo con niños menores de 14 años con fuerza y penetración sexual con/lesiones corporales a menores de 14 años.

Para padres de familia y el personal de las escuelas en general esta noticia puede ser aterradora. Sin embargo, algunos expertos indican que es importante que las víctimas hablen para evitar que estos hechos crueles les ocurran a más estudiantes.

El abogado pro derechos civiles, Luis Carrillo, dijo que inicialmente es muy difícil para los niños hablar con sus padres cuando han sido abusados por vergüenza o temor a que sus padres sufran.

“Pero yo recomiendo que busquen asesoría combinada de un abogado y un psiquiatra o psicólogo para tratar de remediar el daño”, dijo Carrillo.

Aseguró que no importa si el abuso ocurrió hace poco o mucho tiempo, ya que siempre es traumatizante para el sobreviviente. Por eso también es vital la asesoría profesional.

“Las secuelas duran muchos años. Algunas se pueden superar con terapia y pueden vivir una vida casi normal, pero cuando tienen todo ese dolor, pena e indignación se daña a la persona”, recalcó Carrillo.

Agregó que en California gracias a la legislatura, las víctimas de abuso sexual tienen hasta los 40 años para denunciar a sus atacantes. En un caso penal es posible que los testimonios que se presentaron la primera vez ante las autoridades sean aceptados en corte para que la víctima no vuelva a revivir el trauma, pero también se pudieran enfrentar a casos donde se les requiera testificar ante un tribunal.

Carillo dijo que un segundo testimonio usualmente es a petición de los abogados defensores de los distritos escolares.

Manténgase al tanto

La organización Kidpower International recomienda cuatro estrategias que para proteger a los niños de depredadores sexuales:

1.La seguridad primero. El principio central de Kidpower es: La seguridad y la autoestima de un niño son más importantes que la vergüenza, la inconveniencia o la ofensa de cualquier persona.

La organización indica que si alguien ve que hay un problema de seguridad, especialmente en lo que respecta a los niños, no se quede callado y hable hasta que se tomen medidas efectivas para solucionarlo.

No basta con decirle a una persona en posición de autoridad, es necesario asegurarse que se haga el seguimiento necesario.

2. Asegúrese de conocer y saber quién está con sus hijos. Cualquier persona puede ser un abusador. No se deje llevar por personas que hacen cosas maravillosas por los niños ya que muchos delincuentes parecen personas agradables y con una excelente reputación.

Un abusador se ve como cualquier persona, indica la organización.

3. Escuche a sus hijos y enséñeles a no guardar secretos inseguros. La mayoría de los abusadores cultivan relaciones sólidas con los niños antes de hacer algo sexual. A menudo, comienzan poniendo a prueba los límites de un niño siendo inapropiados de otras maneras.

4. Prepare a los jóvenes para que se hagan cargo de su seguridad mediante la práctica de habilidades. Una acción rápida puede detener la mayoría de los abusos. Por ejemplo, alejar la mano de alguien, ordenarle a alguien que se detenga, irse lo antes posible, resistir la coerción emocional y contar lo sucedido.

Es más probable que los niños realicen estas acciones cuando lo necesiten si entienden sus reglas de seguridad y tienen la oportunidad de ensayar el cumplimiento de una manera divertida y apropiada para su edad.

Estas y otras reglas de seguridad que los adultos pueden seguir para mantener a salvo a los niños se pueden encontrar en el libro The Kidpower Book for Caring Adults.