“Es realmente triste lo que sucedió”, dijo Bryan Kohberger, el acusado por las muertes de los 4 estudiantes de Idaho

El hombre acusado de apuñalar brutalmente a cuatro estudiantes de la Universidad de Idaho le dijo a la policía que era “muy triste lo que les sucedió” a las víctimas.

Bryan Kohberger, de 28 años, hizo el comentario a los oficiales cuando lo extraditaban de Pennsylvania a Idaho la semana pasada, según una fuente policial que habló con People.

La fuente que estuvo involucrada en el proceso de extradición le dijo al medio que el sospechoso de asesinato no habló directamente sobre los asesinatos de los estudiantes, pero sí comentó sobre sus trágicos destinos.

“Él dijo: ‘Es realmente triste lo que les pasó’, pero no dijo nada más”, dijo la fuente. “Es más inteligente que eso”.

La fuente también le dijo al medio que el estudiante de doctorado en criminología “parecía realmente nervioso”.

“Se estaba narrando a sí mismo todo lo que estaba pasando”, dijo la fuente. “En un momento, se decía algo a sí mismo como ‘Estoy bien, esto está bien’. Como si se estuviera asegurando a sí mismo que todo esto no era horrible”.

Las pruebas de ADN encontradas en la vaina de un cuchillo dejado en la escena del crimen lo vinculan con los asesinatos, así como con los registros telefónicos y su automóvil.

Kohberger fue arrestado el 30 de diciembre y acusado de cuatro cargos de asesinato y un cargo de delito grave de robo por las muertes a puñaladas el 13 de noviembre de Ethan Chapin, de 20 años; Xana Kernodle, 20; Madison Mogen, 21; y Kaylee Goncalves, 21.

Otros dos estudiantes que vivían en la casa y estaban adentro en el momento de los crímenes resultaron ilesos, aunque una tuvo un momento escalofriante con el asesino enmascarado que la dejó paralizada por el miedo.

Los investigadores vincularon a Kohberger con los asesinatos sin sentido a través de los datos de su teléfono celular, la marca y el modelo del automóvil y el ADN encontrado en la vaina de un cuchillo que quedó en la escena.

Las autoridades no han encontrado ninguna conexión entre Kohberger y sus presuntas víctimas o un motivo.

Sin embargo, los datos del teléfono revelaron que había estado en el área de la casa de los estudiantes en Moscow, Idaho, al menos una docena de veces antes de que fueran asesinados en sus camas.

Su teléfono sonó en el área a horas extrañas. Todas menos una de las 12 llamadas encontradas en su teléfono, sonaron al final de la tarde y temprano en la mañana.

Kohberger asistió a la Universidad Estatal de Washington Pullman, que está a unas 10 millas de la casa de los estudiantes.

Está recluido en la cárcel del condado de Latah en Idaho, lejos de otros reclusos por su propia seguridad.

Una fuente en la cárcel le dijo a People que el acusado se está adaptando a su nueva vida.

“Se mantiene solo, está lejos de los otros prisioneros”, dijo la fuente. “Pero habla un poco con los guardias y parece estar acostumbrándose al lugar”.

Kohberger hizo su primera aparición en la corte en el estado el jueves pasado. Está programado para regresar al tribunal este jueves para una audiencia previa al juicio.

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