Cerrarán prisión mexicana donde se organizaban fiestas y peleas de gallos
El penal de Matehuala, ubicado en San Luis Potosí, es la peor prisión del estado, pues en su interior se organizaban actividades clandestinas
Aún quedan 41 internos dentro del penal, los cuales son considerados de máxima peligrosidad. Crédito: LUIS ROBAYO | AFP / Getty Images
En México varios centros penitenciario son semilleros de la delincuencia, donde los presos más influyentes gozan de privilegios, pero una en especial acaparó los reflectores e hizo que el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, decretara que será cerrada el próximo mes de febrero para evitar más hechos de violencia.
El mandatario local afirmó que el penal de Matehuala es la peor prisión del estado, pues en su interior se organizaban actividades clandestinas, como fiestas y peleas de gallos. Añadió que esto se remonta a varios años atrás, a los que llamó los gobiernos de “La herencia maldita”.
Derivado de un operativo que se desplegó en el penal, en el que participaron autoridades de Seguridad Penitenciaria, Guardia Nacional y personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, se aseguraron 40 dosis de mariguana, playeras con leyendas de la Policía Municipal de Villa de Arista, botellas de whisky, cervezas, 19 teléfonos celulares y una pantalla de televisión; además se realizó la excarcelación de 30 personas privadas de la libertad, quienes serán reasignadas a otros Centros Penitenciarios.
Aún quedan 41 internos dentro del penal, los cuales son considerados de máxima peligrosidad, por lo que serán trasladados a penales federales, ya que el Gobierno de San Luis Potosí logró un acuerdo con la Secretaría de Gobernación para dichos traslados.
El último Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria (DNSP), publicado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que corresponde al año 2021, le otorgó al Penal de Matehuala una calificación de 5.86, pues encontró deficiencias en el procedimiento para la imposición de las sanciones disciplinarias, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, presencia de actividades ilícitas y cobros (extorsión y sobornos).
Y aunque muchas cárceles de México presentan irregularidades, este es un gran paso para lograr la reintegración social de los internos y evitar que se sigan cometiendo crímenes dentro de las prisiones.
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