La salud reproductiva es un derecho, no un lujo
Tenemos que estar paso a paso con las comunidades que servimos y proveer estos servicios críticos para las personas que lo necesitan más
El año pasado, la Corte Suprema anuló el caso de Roe v. Wade, una decisión histórica que nos daba a la gente estadounidense el derecho federal a un aborto.
Desde entonces, 14 estados ahora prohíben completamente el aborto y actualmente están considerando una prohibición nacional.
Estamos batallando por nuestro acceso a la salud reproductiva, y es nuestro deber dar poder y levantar las voces de las millones de mujeres latinas quienes sin duda serán afectadas si perdemos.
Dentro de los 26 estados que han prohibido (o probablemente prohibían) el aborto, residen casi 6.5 millones latinas. Eso es el 42 por ciento de este grupo estadounidenses de 15 a 49 años. Entre esas latinas, casi la mitad ya son madres y casi 3 millones se consideran económicamente inseguras.
Se ha comprobado que las mujeres a quienes se les prohíben el acceso al aborto son más probables de caer más profundamente en la pobreza. Lo hemos visto de primera mano dentro de las comunidades que apoyamos.
Y aunque la reciente decisión ha perjudicado a millones de personas, las barreras para acceder al aborto dentro de la comunidad latina existían mucho antes. Las mujeres de color tienen menos probabilidad de tener un seguro médico y más probabilidad de batallar con dificultades económicas a largo plazo.
Las latinas en particular enfrentan obstáculos más significativos, desde restricciones gubernamentales e ingresos limitados hasta miedo y estigma, y a su vez experimentan peores resultados de salud. Sin embargo, creemos que todas las personas, sin importar su origen étnico o estatus socioeconómico, deberían poder acceder a servicios de aborto seguro.
En Latina Institute, estamos trabajando para cambiar la narrativa en torno al aborto y transformar los sistemas que influyen nuestra capacidad de tomar decisiones sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
Hacemos esto a través de construir poder dentro de las comunidades Latinas; abogando por pólices locales y nacionales para asegurar que todos tengan el acceso a salud que necesitan, incluyendo el aborto. También creamos relaciones con la comunidad para poder cambiar nuestra cultura e impulsar un movimiento de justicia reproductiva más amplio. Estamos luchando hoy para que las mujeres puedan ejercer su derecho a una decisión profundamente personal mañana.
También sabemos que no somos la única voz defendiendo la justicia reproductiva. A lo largo de los años, Latina Institute ha recibido importantes fondos y apoyo de socios que comparten nuestra misión, incluyendo instituciones mayores como la Fundación Ford y organizaciones como el National Asian Pacific American Women’s Forum y In Our Own Voice: National Black Women’s Reproductive Justice Agenda. Estas contribuciones nos han ayudado avanzar aún más en nuestro trabajo a través de los cinco estados que servimos actualmente. Y ahora que se anuló el caso de Roe v. Wade, es más importante que nunca unirnos a esta causa.
He dedicado toda mi carrera a luchar contra los complejos sistemas que limitan los recursos para las mujeres en nuestro país y lo seguiré haciendo con Latina Institute.
Tenemos que estar paso a paso con las comunidades que servimos y proveer estos servicios críticos para las personas que lo necesitan más – porque dónde vivimos y cuánto dinero tenemos en el banco no debería dictar nuestro acceso a un aborto.
(*) Lupe M. Rodríguez es la directora ejecutiva de la organización National Latina Institute foro Reproductive Justice.