El Servicio Secreto de Estados Unidos revela que dos de cada cinco autores de ataques perpetuados en sitios públicos eran reincidentes
Más de la mitad de los ataques fueron dirigidos contra personas por razones de género, religión o etnia
De acuerdo con un informe difundido por el Centro Nacional de Evaluación de Amenazas (NTAC) del Servicio Secreto de Estados Unidos sobre los ataques perpetuados en lugares públicos del territorio nacional —entre 2016 y 2020— donde al menos hubo tres víctimas, se determinó que dos de cada cinco autores fueron reincidentes.
Visto desde otra perspectiva, el 40% de los autores materiales ya habían participado en un acto violento con anterioridad y nunca se pensó que volverían a tomar parte en otro.
Debido a ello y con el objetivo de proporcionar herramientas para prevenir más eventos delictivos a futuro, a través de un minucioso análisis, especialistas de la agencia federal evaluaron las características de 173 ataques masivos.
Al respecto, Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, señaló que el valor de los datos obtenidos radica en que pueden servir para identificar a potenciales atacantes, pero además para guiar a las comunidades a reconocer ciertos comportamientos que alerten a tiempo sobre posibles incidentes colectivos violentos.
“Lo que la investigación nos dice es que estos individuos tienen un comportamiento preocupante, el cual resulta evidente para quienes les rodean. Por eso, animaremos a las comunidades a emplear cualquiera de las herramientas que tengan y puedan usar para garantizar la seguridad”, expresó la funcionaria.
Los datos del informe también muestran que 73 de los 180 actores materiales de ataques en lugares públicos registraban al menos un acto de violencia y, aunque 43 de ellos ya se habían enfrentado a las fuerzas del orden con anterioridad, sólo a 28 se les habían montado cargos en su contra.
Destaca también que la cifra de ataques con armas de fuego suscitados entre 2016 y 2020, representó tres cuartos del total y más de la mitad de los autores portaban armas usadas.
Otro dato sobresaliente es que más de la mitad de los ataques fueron dirigidos contra personas por razones de género, religión o etnia.
Con relación a la edad de los autores de los ataques en lugares públicos se determinó que la gran mayoría tenía entre 25 y 34 años, seguidos de jóvenes de entre 14 y 24.
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