Guillermo Ochoa reveló algunos conflictos del pasado: Memo “asustó” a uno de sus compañeros cuando estuvo en Málaga
El ex arquero de las Águilas del América recordó su mala relación con Carlos Kameni, arquero que fue su compañero en el Málaga. El mexicano reveló algunos conflictos que tuvo con el camerunés
El regreso de Guillermo Ochoa el fútbol de Europa ha sido muy mediático. El ex arquero de las Águilas del América ha tenido grandes partidos con el Salernitana que le ha reafirmado su puesto en el club. Con una nueva pasantía en el Viejo Continente, Memo espera tener una relación sana en el vestuario porque no tiene muy gratos recuerdos de su ex compañero del Málaga, Carlos Kameni.
En todos los clubes siempre existe una competencia interna para hacerse con un puesto en la titular. Cuando Guillermo Ochoa llegó al Málaga, su rival fue Carlos Kameni. Pero su relación con el camerunés no fue la más sana, mucho menos cuando se enteró que el africano hablaba del azteca a su espalda.
“¿Es cierto que no se saludaba con Kameni en Málaga?”, le preguntaron a Guillermo Ochoa y rápidamente contestó: “Sí, es cierto. Empezó a hablar mal de mí, tal vez porque tenía miedo de la competencia”, recordó Memo en una entrevista con La Gazzetta dello Sport.
Sin embargo, Guillermo Ochoa fue víctima de una mala comunicación entre el presidente y el entrenador. El mexicano no tuvo muchos minutos en el club por culpa de una falsa promesa hecha al momento de las negociaciones.
“El presidente me había querido, a pesar de que todavía era un ciudadano extracomunitario. Me dijo: ‘Kameni se va’. Debería haber tomado su lugar, pero el entrenador tenía ideas diferentes“, indicó el mexicano.
El pasaporte privó a Ochoa de jugar en un grande
Una de las tareas pendientes de Guillermo Ochoa en Europa es fichar por un club grande. El mexicano siempre estuvo en equipos de mitad de tabla hacia abajo y nunca pudo dar el gran salto en el Viejo Continente, cosa que sí pudo hacer el costarricense Keylor Navas. Memo explicó las razones por las que lo ningunearon los clubes élite de Europa.
“Mi problema era uno solo: el pasaporte. Hasta hace tres años yo era extracomunitario y los equipos grandes difícilmente aceptan a alguien con esa etiqueta en la portería, prefieren dejar esa plaza a un delantero. Pero siempre me han buscado (equipos grandes en Europa)”, explicó.
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