Blinken criticó globo espía de China como “acto irresponsable” y “violación de la soberanía”

El secretario de Estado Antony Blinken habló el viernes con su homólogo, el director de la Oficina Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista Chino, Wang Yi, para comunicarle que no viajará a la República Popular China en este momento, debido a la presencia actual de un globo de vigilancia de China a gran altura en el espacio aéreo de Estados Unidos, según se informó en un comunicado.

Blinken tenía previsto visitar Beijing el viernes en la noche para dar seguimiento a la agenda acordada por el presidente Joe Biden y el presidente Xi en noviembre en Bali.

El secretario de Estado recibió la declaración de arrepentimiento de la República Popular China, pero transmitió a Wang Yi que se trata de un acto irresponsable y una clara violación de la soberanía de EE.UU. y del derecho internacional, que socava el propósito de su viaje.

Es una violación clara de la soberanía estadounidense y de la ley internacional. Es un acto irresponsable”

Antony Blinken, secretario de Estado

El Pentágono reveló este jueves que estaba siguiendo los movimientos de un “globo espía chino” que sobrevolaba el territorio de EE.UU.

El aparato ha pasado por Montana, en el noroeste y ha continuado en dirección este hacia el centro del país, sin representar ningún riesgo para la aviación comercial, los activos militares o gente sobre el terreno, informó el general de brigada Pat Ryder, secretario de prensa del Pentágono.

Ryder insistió en que se trata de un aparato de “vigilancia” y no, como ha dicho China, un globo “civil utilizado con fines de investigación, principalmente meteorológicos”. 

Para Blinken, la decisión del Partido Comunista Chino de llevar a cabo esa acción es “perjudicial” para las conversaciones que iban a tener lugar en su viaje al país asiático, el primer viaje de un canciller de Estados Unidos a ese país desde 2018.

Blinken destacó que en cuanto detectaron el globo se tomaron las medidas adecuadas para evitar la recopilación de información sensible y, además de hablar con las autoridades chinas al respecto, también informaron a sus socios y a otras agencias.

“Cualquier país que vea violado su espacio aéreo de esta manera creo que respondería de forma similar y solo puedo imaginar cuál hubiera sido la reacción en China si estuvieran en el otro lado”, añadió Blinken.

A su juicio, lo sucedido justifica el aplazamiento de la visita hasta que se den las condiciones para que ese viaje tenga lugar, pero el diálogo entre ambos países se mantiene abierto.

EE.UU. ha decidido no destruir el gloobo por no plantear un peligro actualmente y por el temor de que la caída de sus escombros sí pueda ser peligrosa para las personas.

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